El consumo en la Argentina lleva más de dos años de caída. El fuerte incremento en los precios de las tarifas desbalanceó la economía de las familias (especialmente de los sectores medios y bajos) y esto acotó el margen para la compra de otros productos.
Algunos de esos productos son, por ejemplo, los que se comercializan en los 500 puntos de venta de Carrefour.
En ese contexto, la cadena de supermercados francesa presentó un procedimiento preventivo de crisis (PPCE) ante el Ministerio de Trabajo de la Nación, mecanismo previsto en la Ley de Contrato de Trabajo que debe tramitarse de manera previa a la comunicación de despidos o suspensiones de personal.
“La empresa aseguró, a través de un comunicado de prensa, que está atravesando una situación económica compleja tras tres años de pérdidas y que la apertura de este diálogo, junto al Sindicato de Empleados de Comercio y el Gobierno, le permitirá plantear un plan para reimpulsar su crecimiento”, publicó este jueves la agencia oficial Télam.
El grave problema por el que atraviesa Carrefour se suma que a comienzos de año se alejó el CEO de la compañía, Daniel Fernández, quien estuvo más de una década en el cargo. En su reemplazo, asumió el francés Rami Baitiéh, quien estuvo al comando de Carrefour Turquía, Rumania y más recientemente, Taiwán.
La caída en el nivel de consumo en Argentina sigue sin freno, luego de un amesetamiento en el segundo semestre de 2017. En enero pasado, las ventas de los supermercados reflejaron, en volumen, un retroceso de 3,7 por ciento respecto de igual mes de 2017.
Según dice la ley, el PPCE está previsto cuando el empleador planee afectar a más del 15 por ciento de los trabajadores en empresas de menos de 400 empleados; a más del 10 por ciento en empresas de entre 400 y 1.000 trabajadores; y a más del 5 por ciento del personal en compañías de más de 1.000 trabajadores. Carrefour tiene 20 mil distribuidos en 500 sucursales.