Hay distintas razones por las que muchas empresas ven con buenos ojos a las cadenas de bloques o blockchain, la tecnología de encriptación detrás de las Bitcoins.
Si bien las blockchain existen hace tiempo, gracias a la buena prensa que han tenido las criptomonedas, parece que ahora hay más ejecutivos –de diferentes sectores– dispuestos a aceptar la manera en que pueden utilizarse.
- El sector financiero está interesado en cómo las blockchain puede reducir las tarifas de transacciones en el sector de pagos globales. Un ejemplo de esto es lo sucedido en Kroger, la tercera cadena de supermercados más importante del planeta, que junto con su otra marca, Smith, dejará de recibir la tarjeta de crédito Visa como respuesta a las abusivas comisiones que cobra. El mismo tiempo, planea sumar formas de pago, como las criptomonedas.
- La industria logística también está viendo cómo blockchain puede mejorar la transparencia de las cadenas de abastecimiento.
- Y la industria alimentaria, para mejorar la trazabilidad.
Según informa The Next Web, en el último ejemplo de cómo se puede utilizar blockchain para rastrear diversos alimentos y productos, la empresa francesa de supermercados Carrefour quiere permitir que los consumidores sepan más de dónde proviene exactamente su leche.
La idea detrás del uso de blockchain es mejorar la calidad general de los productos y aumentar la transparencia respecto de los alimentos en general.
Carrefour es uno de los supermercados más grandes del mundo, con miles de establecimientos que operan en más de 30 países y su decisión podría ser seguida por otros competidores entre los minoristas.
A la decisión hay que enmarcarla en la fuerte competencia entre los distintos retailers que ven que los clientes están cada vez más selectivos a la hora de comprar, por lo que los ingresos ya no son los mismos de antes.
Además, la competencia de los minoristas “nativos online”, como Amazon, restan market share, lo que complica aún más la situación.
Volviendo a la leche, Carrefour irá un paso más adelante y lanzará una marca microfiltrada de grasa en botellas que tienen códigos QR que se pueden escanear. Con una aplicación para teléfonos inteligentes permitirá a aquellos que la compran saber exactamente dónde se recolectó y empacó ofreciendo las coordenadas GPS de la granja lechera de la que proviene.
El producto será ofrecido bajo el programa Carrefour Quality Line (CQL), que es parte del IBM Food Trust, una herramienta del gigante de los sistemas informáticos del que el retail francés es uno de los primeros adherentes.
Para utilizar IBM Food Trust, las empresas pagan entre US$ 110 y US$ 11.000 por mes, y cuando se lanzó en octubre de 2018, IBM afirmó que la plataforma podría admitir incluso a empresas muy grandes con más de US$ 1.000 millones en ingresos anuales.
Carrefour, según se informó, se está preparando para comenzar a aplicar el programa en más de 12.000 de sus tiendas como parte de una estrategia de mercadotecnia más grande.
La idea es que una base de datos compartida e inalterable gracias a las cadenas de bloques pueda ayudar a reforzar la calidad de los productos, permitiendo a los clientes confiar verdaderamente en dónde, cómo y bajo qué condiciones se producen sus alimentos frescos.
En España, por ejemplo, el retail francés hizo lo mismo en noviembre de 2018 con el pollo campero criado sin tratamientos antibióticos. Así lo comunicaban:
Competencia
Un retail rival en Francia, Auchan, también se sumó a un plan similar, en este caso a través de una cadena de bloques pública diseñada específicamente para su uso interno.
Auchan comenzó con el rastreo de las zanahorias orgánicas y en 2019 sumaría a las papas y el pollo.