Desde hace algunos meses, una batalla constante entre el ahora gobierno entrante y el sector empresarial ha sido la construcción del miedo aeropuerto de la Ciudad de México; los costos y al financiación de dicho proyecto se han convertido en el eje central de la discusión. Ahora parece que Carlos Slim está buscando entregar una propuesta de conciliación al respecto y al encabezar el Día del Inversionista de la empresa española FCC (Fomento de Construcciones y Contratas), el empresario propuso el uso de materiales nacionales para ahorrar en la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM).

Durante el evento que tuvo lugar en la capital española, el empresario destacó que el proyecto actual en manos del arquitecto británico Norman Foster es elevado en costo debido a que “pide materiales importados” con lo que al incorporar materiales nacionales es posible reducir el costo total.

“Si fuera con materiales nacionales nos ahorraríamos de 800 a 1 mil millones de dólares si se compran en México y sería bueno también para la economía nacional. Lo más racional es buscar que se reduzca el costo con materiales nacionales”, explicó.

Más que un buen negocio, una buena estrategia de marketing

Si bien lo propuesto por Slim funcionaria para reducir el precio de construcción del nuevo aeropuerto, también es cierto que se trata de la adopción de un discurso que intenta ser parte de excepcionalismo que ahora caracteriza al consumidor mexicano.

El consumidor mexicano se siente único e irremplazable. México se está convirtiendo en un país que se va a si mismo como excepcional, lo que choca con la idea de globalización.

El triunfo de Andrés Manuel López Obrador es claro ejemplo. Desde su discurso pre-campaña apostó por dibujarse como “excepecional”, es decir, buscó marcar una diferencia clara con los dirigentes anteriores. Quienes lo favorecieron con su voto creen y buscan ser parte de lo que se ha denominado “la nueva revolución mexicana” o “la cuarta transformación”.

En buena medida, el discurso de transformación del ahora virtual presidente interno tiene que ver con voltear a ver lo local antes que lo global y el discurso de Slim se suma a dicha tendencia que ahora es favorecida por la opinión pública.

El impacto en el consumo tiene que ver con la relevancia que puntos de venta locales tienen en el mercado interno, mismos que conviven con marcas internacionales. La revalorización de la identidad es parte del discurso.

Proyecciones entregadas por WebSays, refieren que a partir de este año, los consumidores comprarán cuatro marcas nacionales por cada 10 productos adquiridos; es decir, el 40 por ciento de su gasto se destinará a ofertas comerciales locales.