Hace apenas una década la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 15 de julio como el Día Mundial de las Habilidades de la Juventud, ya que resaltaron la importancia estratégica de dotar a las y los jóvenes de aptitudes para el empleo, el trabajo decente y el emprendimiento.
Pero, para poder dotar a la juventud mexicana de habilidades, es primordial poner sobre la mesa cuál es el contexto del empleo en nuestro país. Partamos del hecho de que con la pandemia por covid-19 se perdió un alto índice de puestos de trabajo (más de 12 millones) y solo se han recuperado el 65% de ellos. Es decir, como país, aún estamos en fase de recuperación socioeconómica. Asimismo, según los especialistas, los puestos de trabajo que se han recuperado son insuficientes para incorporar a los jóvenes; sería necesario incorporar 100 mil nuevos empleos formales por mes para lograrlo.
Habría que decir, también, que el 55.6% de la población ocupada (31.3 millones de personas) trabaja en el sector informal. Esto explica por qué el 90% de las adolescencias y juventudes tienen como primera experiencia laboral un empleo informal, y eso se puede deber a que la mayoría de las empresas ofrecen puestos de trabajo a candidatos con un alto nivel de formación y estos puestos no están diseñados con un enfoque social o medioambiental.
Por otro lado, es necesario considerar el escenario para la mayoría de los jóvenes en México. Quienes reconocen que sus planes educativos y ofertas de trabajo no están alineados con las necesidades personales, sociales y medioambientales actuales, y preferirían estar empleados en un puesto de trabajo que responda o atienda a estas. Por esta razón, suelen llevar a cabo proyectos productivos y comerciales informales, que les proporcionan autoempleo informal e ingresos para continuar con su educación; pues después del bachillerato prefieren seguir estudiando, sin embargo, barreras como el tiempo, el acceso a la tecnología y las desigualdades sociales, limitan sus experiencias educativas o formativas que les puedan vincular al mundo laboral.
En Save the Children, preocupados por seguir garantizando un futuro lleno de opciones para las y los jóvenes de México, desde el 2017 lanzamos nuestro programa “Transiciones Exitosas”, cuyo principal objetivo es equipar a las y los jóvenes, que experimentan mayor desigualdad -con especial atención en mujeres jóvenes, jóvenes en movilidad y jóvenes con discapacidad– con las habilidades y redes necesarias para buscar con éxito nuevas oportunidades económicas y contribuir al desarrollo de una sociedad justa, sostenible y eficiente en recursos.
Gracias a nuestras acciones, que van desde capacitaciones, talleres, vinculación con el mercado laboral, elaboración de planes de igualdad para una cultura laboral inclusiva en espacios de trabajo, facilitación de espacios e insumos para la formación de clubes de participación juvenil, hasta las investigaciones y evaluaciones necesarias, hemos impactado la vida de más de 32,074 adolescentes y jóvenes.
Mientras tanto, también nos hemos topado de frente con los mismos desafíos con los que nuestra juventud se encuentra día a día: encontrar tiempo y disposición de diversos actores para que las adolescencias y juventudes puedan experimentar un proceso formativo acorde a sus deseos y necesidades.
Para poder impulsar sus habilidades hay que enfrentar el hecho de que la adolescencia y juventud mexicana padece pobreza de tiempo y sobrecarga de responsabilidades, especialmente las mujeres. Además, tenemos como reto la insuficiencia de empleos decentes y alineados a las necesidades actuales, tanto de la población joven como de la sociedad en general.
Es crucial dotar a los jóvenes de las habilidades necesarias para fomentar una cultura de paz, formar ciudadanos responsables, promover el desarrollo y construir un futuro más justo, inclusivo y sostenible para todos.
En el marco del Día Mundial de las Habilidades de la Juventud, es momento de dar reconocimiento a la juventud como agentes catalizadores del cambio y de comprometernos como sociedad a proporcionarles lo necesario para potenciar sus habilidades y las oportunidades que necesitan. Después de todo, como decía Pablo Picasso, “El camino de la juventud lleva toda una vida”.