La industria del cine debe realizar un giro de 180 grados, no todo está mal, para recuperar el glamour, la atención y el discurso que les ha permitido ser la gran coalición del espectáculo teniendo como ceremonia icónica la entrega de premios denominada los Oscar.

Repasemos lo que representa: el desfile de las grandes estrellas luciendo las últimas creaciones de Armani, Calvin Klein, Oscar de la Renta, proyectando los nuevos looks de la temporada, la presencia de las marcas dispuestas a patrocinar todo, como Rolex, Swarosvski, la cervecera Stella Artois y las firmas automotrices, representan tan solo unas pinceladas que provoca el gran imán de una industria que derrama sus ganancias en otros tantos sectores que dinamizan la economía mundial.

Sin embargo, en el 2021, la ceremonia no fue tan esperada como otros años. Solo 10.4 millones de hogares sintonizaron la 93 edición, y la poderosa razón para no hacerlo tiene nombre y apellido: redes sociales, YouTube y el streaming que presentan un sinnúmero de canales y opciones de entretenimiento que desvían la atención, sobre todo de los más jóvenes, que no aprendieron a valorar la tradicional ceremonia que marcaba el crecimiento regular del cine.

La industria del cine debe realizar un giro de 180 grados, no todo está mal, para recuperar el glamour, la atención y el discurso que les ha permitido ser la gran coalición del espectáculo teniendo como ceremonia icónica la entrega de premios denominada los Oscar.

La pregunta que retumba en todas las salas de cine en el mundo, ¿cómo hacer relevante la ceremonia del Oscar?… tiene pensando a los mejores guionistas de Hollywood y los grandes estudios, la Warner Bros, Paramount Pictures, Universal y Columbia entre otros, no están dispuestos a esperar demasiado por la respuesta.

Sin duda, el reto es impactar a los jóvenes que buscan más instantaneidad e historias con causa que empaticen con ellos. Otro reto es potenciar de nuevo a la televisión que ha dejado de ser el medio dominante que solía ser, desplazada por las plataformas que ahora conectan con mayor velocidad con los segmentos señalados y posicionarla de nuevo como el centro del entretenimiento familiar.

La ceremonia también suele ser la gran vitrina en donde los actores con mayor peso y exposición pronuncian discursos que destacan los temas de mayor interés social. Marlon Brando y Hale Berry son solo dos que han aprovechado el momento de su triunfo para exponer sus ideas de justicia social. En los setentas Jane Fonda expresó su condena por la guerra de Vietnam y más recientemente, Patricia Arquette, se lanzó a hablar sobre la desigualdad salarial.

El tema que, sin duda, estará presente en la ceremonia número 94, que se llevará a cabo en el teatro Dolby de los Ángeles, será la Guerra en Ucrania. La invasión rusa a este país que ahora mismo, sufre las grandes atrocidades de una confrontación bélica a todas luces injusta, aparecerá como un acto solidario con este pueblo y un reclamo a Vladimir Putin.

Con la vuelta del mundo a la presencialidad, los Oscar de la edición 2022, tienen el reto de regresar a los 23.6 millones de telespectadores del 2020 y a volver a animar a la industria que la ha tenido en escena desde el 16 de mayo de 1929.

El espectáculo debe continuar, pero ahora con mayor creatividad y atrayendo a todos los segmentos poblacionales.

Nos encontraremos más adelante.