El cantante británico Darius Campbell bebió agua del Támesis y debido al alto nivel de contaminación con el que contaba el líquido sufrió una serie de condiciones médicas, entre ellas un coma.
Campbell partició en la campaña de Fresh2o, organización que promueve la ayuda humanitaria a países africanos y entre sus innovaciones con las que han logrado financiar su causa está una botella con un filtro incluido, con el que aseguran se elimina el 99 por ciento de bacterias en el agua.
Lamentablemente, el cantante bebió una muestra de aguas residuales que son vertidas al Támesis sin que fuera filtrada por el dispositivo.
La historia que fue dada a conocer por el Daily Mail refiere que Campbell sufrió de un severo cuadro de meningitis que le provocó un edema cerebral.
Este tipo de acciones en donde organizaciones ejecutan campañas en grandes ciudades para promover el apoyo a naciones en vías de desarrollo o situación de pobreza, aprovecha el valor de estos enormes mercados y la oportunidad de comunicar con agentes de cambio, para lograr resultados que trascienden.
Cifras que debemos de observar en este contexto son de Statista Survey en las que advierten que hay mayor preocupación de mujeres que de hombres, sobre temas como la contaminación del ambiente, mientras que cifras de la United States Environment Protection Agency establecieron que los países más contaminados del mundo eran China, Estados Unidos, la Unión Europea, India, Rusia y Japón.
Una cifras más de Plos One descubrió que las aguas oceánicas del noratlántico y del océano Índico son las más contaminadas en el mundo por plástico.
El incidente en que un influencer sufrió un accidente promocionando un filtro de agua nos lleva a descubrir el papel que juegan las marcas en la atención a la contaminación que sufre el planeta, donde las cifras de alarma no cesan.
Aspecto de la campaña: