El mensaje dentro de una estrategia de marketing político lo es todo, pues a partir de este se determinan las relaciones que candidatos y partidos establecen con la ciudadanía, denostando sus valores, la permeabilidad con la situación que se vive y los fenómenos sociales que marcan la pauta hacia donde debe de dirigirse el protagonista de una campaña.
Como ejemplo de esto encontramos el reciente incidente protagonizado por Roy Moore, candidato a senador de Estadios Unidos, cuando en pleno evento de campaña tomó un revolver y lo empuñó en medio del acto.
Así lució la acción protagonizada por Moore:
Watch Alabama's Roy Moore pull out a gun while https://t.co/tXO6gUplkM? pic.twitter.com/A091WsPDvS
— RogelioGarcia Lawyer (@LawyerRogelio) 27 de septiembre de 2017
Esta no es la primera vez que un candidato de Estados Unidos usa un arma como estrategia publicitaria, ya que dos estrategias sucedieron en el escenario electoral de Estados Unidos y es importante tomar en cuenta su efecto en mercadotecnia política. La primera de ellas ocurrió con el candidato republicano a gobernador de Misuri, Eric Greitens, quien disparó un fusil de asalto para detonar una bomba cuando era aspirante a la candidatura. Tras esta estrategia publicitaria, una nueva ejecución tomó protagonismo en su campaña cuando apareció sentado y disparaba una metralleta mientras se enlistaban sus promesas de campaña.
La estrategia funcionó y logró la nominación como candidato a gobernador de Misuri, por lo que esta estrategia creativa fue aprovechada por el candidato demócrata a senador por este mismo estado Jason Kander, quien promovió su candidatura mientras armaba un fusil con los ojos vendados.
Un dato demoledor sobre este hecho fue proyectado por Statista con información de 1point21, al revelar que existían más tiendas con licencia para vender armas (64 mil 747) que tiendas de abarrotes, McDonald’s e incluso Starbucks (10 mil 843).