Mientras hay algunos que quieren sacarlos de su país, el gobierno de Canadá ve una clara oportunidad de negocios dentro de las redes sociales, por lo que el país quiere obligar a YouTube, TikTok y otras plataformas a compartir de manera prioritaria el contenido que salga del país.
La intención de esta idea es que el contenido nacional se promueva en las plataformas más utilizadas de Internet con el fin de que las empresas digitales más grandes del mundo ayuden a Canadá con una mayor financiación económica.
Esto no es una sorpresa, pues anteriormente se había anunciado que el gobierno de Justin Trudeau estaría comprometido en imponer un nuevo impuesto a los servicios digitales a partir de 2022, sin importar si hay o no un acuerdo global entre los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos sobre el impuesto.
También habrá regulación de redes sociales
Asimismo Canadá estaría en planes de seguir a Australia para buscar que las plataformas digitales compensen a los medios de comunicación por el contenido, así como crear un nuevo regulador para controlar los discursos de odio y otras actividades dañinas.
A finales de enero de 2021, el ministro de Herencia de Canadá, Steven Guilbeault, aseveró que se había puesto en contacto con autoridades australianas para conocer más sobre su experiencia en la regulación de las empresas de redes sociales.
El funcionario aseveró que como parte de la legislación prometida para acabar con la distribución de discursos de odio, pornografía infantil y “contenido que incite a las personas a la violencia”, se buscaría implementar a este nuevo regulador.
Esta situación generó críticas entre los políticos rivales, profesores de derecho y defensores de las redes sociales, pues argumentan que sería un ataque a la libertad de expresión de los ciudadanos canadienses.
¿Por qué Canadá se impone ante las redes sociales?
Canadá no es, ni será, el primer país en buscar imponer impuestos a gigantes como Apple, Google, Amazon y Facebook, por lo que desde hace algún tiempo la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) se encuentra organizando un plan elaborado para asegurarse que estas empresas paguen su parte justa en impuestos, sobretodo ahora que las economías del mundo sufrieron ante la pandemia.
Ante esto, Canadá decidió tomar sus propias medidas, pues la crisis sanitaria dejó un déficit en el gobierno de Trudeau del 17.5% del PIB, lo que aumentó la necesidad de nuevos recursos y aceleró las decisiones en el debate de los impuestos sobre los servicios digitales y a las empresas extranjeras que los proveen.
Con estas nuevas medidas, Canadá espera recaudar alrededor de 5 mil millones de dólares estadounidenses durante los próximos cinco años, con la meta de que para el 2022 estas empresas comiencen a tributar de una forma más equitativa con las empresas locales.
De acuerdo con The WSJ, los expertos en derecho digital y exfuncionarios del gobierno aseguran que esta sería una de las regulaciones de Internet más agresivas de las que se hayan visto antes en cualquier país de occidente, por lo que será interesante ver cómo lo toman las naciones vecinas como México y Estados Unidos.
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