En 2014, la extensión de los cultivos sembrados con semillas genéticamente modificadas, o GMOs, era de 181.5 millones de hectáreas a nivel mundial. Este tipo de cultivos impulsados por grandes trasnacionales como Monsanto, han sido objeto de denuncia por parte de distintas organizaciones que señalan su potencial dañino para la salud y el medio ambiente, y que promueven, a su vez, el consumo de productos libres de componentes artificiales o genéticamente manipulados, es decir, orgánicos.
Hoy la gigante de la alimentación, Campbell, dio a conocer que revelará la presencia de ingredientes genéticamente modificados como maíz, suya o azúcar en sus productos, según reportó la agencia Reuters, con lo cual la marca pretende distinguirse de su competencia en un ejercicio de transparencia inusual dentro de la industria.
La mayor fabricante de sopas del mundo anunció que apoyará la legislación estadounidense que pretende estandarizar el etiquetado de alimentos para indicar el contenido de ingredientes genéticamente modificados, una medida a la que muchas trasnacionales como PepsiCo, Kellog o la propia Monsanto se han opuesto.
Según Reuters, las seis compañías agroquímicas y de biotecnología más grandes del mundo -Monsanto, DuPont, Dow AgroSciences, Bayer CropScience, BASF Plant AScience y Syngenta AG- han gastado más de 21.5 millones de dólares para derrotar la propuesta de ley en el Estado de California.
Sopas Campbell’s, V8, Pepperidge Farm, Prego y Spaghetti0’s también son marcas de la trasnacional.