Nueva Zelanda.- Cada 30 segundos una persona muere en el mundo a causa de un accidente de tráfico. Es, sin duda, un escalofriante dato que las campañas de seguridad vial tratan de reflejar para reducir el número de víctimas. Desde Brake, una organización neozelandesa que trabaja para prevenir las muertes en carretera, han desarrollado una original iniciativa para concienciar de la importancia de poner los cinco sentidos al volante.
En esta línea, la campaña está protagonizada por cinco personas que fallecieron por un accidente de tráfico hace unos años. Sin embargo, lo sorprendente es que las víctimas mortales aparecen con el aspecto que tendrían en 2015.
Este proyecto ha sido posible gracias al trabajo de un equipo de científicos forenses que, tomando las fotografías de estas cinco personas, crearon modelos en 3D del rostro que tendrían en la actualidad, varios años después de que fallecieran.
Bajo la iniciativa “Living memories”, entonces, sus familiares tuvieron la oportunidad de contemplar cómo serían estos chicos y chicas ahora. Así, por ejemplo, Krystal Bennett tendría actualmente 28 años y, por supuesto, contaría con un aspecto diferente a cuando murió, con 18 años. Por su parte, el pequeño Tyreese Mewburn ya habría cumplido siete años, experimentando un absoluto cambio físico, respecto a aquel niño de 18 meses que fue atropellado.
El objetivo de esta campaña es mostrar gráficamente lo que un accidente de coche puede suponer: la pérdida del futuro. Pero no solo para las víctimas, sino también para sus devastados seres queridos.
Desarrollada por la agencia Young & Rubicam Nueva Zelanda, sorprende la reacción de los familiares en el vídeo, pues, lejos de entristecerse al ver cómo sería su ser querido hoy en día, parecen, sobre todo, intrigados.