Buenos Aires, Argentina.- La caída del consumo en la Argentina está generando no sólo un cambio cuantitativo, sino cualitativo. Distintos informes dicen que la gente compra menos carne y más arroz, fideos y pan.
Cuando el dinero no alcanza para llegar a fin de mes, las familias deben modificar sus hábitos de consumo de alimentos. No es una cuestión de elección voluntaria, sino de supervivencia. Si no hay suficiente para carne vacuna o pollo, hay que buscar alternativas más económicas.
Una de las facetas de este fenómeno se ve claramente en el aumento del consumo de las segundas y terceras marcas (más baratas que las de primera línea) y, ahora, en la suba de las ventas de arroz, fideos y harinas.
Según BAE Negocios, los alimentos hacia donde “migró” el consumo son los fideos secos; las tapas de empanadas y pascualina; el arroz; el azúcar; leche entera; patés; bebidas sin gas (aguas minerales y saborizadas); harinas y las galletas saladas.
En contrapartida, los productos más reemplazados (por su precio) son refrescos, cervezas, yerba mate, mantequilla, carne vacuna, pan de molde, pastas frescas, yogures, vino y conservas dulces.
En paralelo, un estudio de Kantar Worldpanel indica que los movimientos en los patrones de consumo afectaron en la forma más leve a los alimentos, ya que fueron “los únicos que lograron sostener su volumen al ser el segmento que menos se puede resignar”.
Otros informes, del Centro de Almaceneros de Córdoba por ejemplo, muestran desde 2016 la profundización de una tendencia que demuestra un giro radical en las costumbres alimenticias derivadas del aumento de los precios: baja el consumo de carne de vaca, de pollo, de cerdo y de leche. Del otro lado, sigue subiendo el de pastas secas (especialmente fideos), polenta (y legumbres en general), pan francés y papa, publicó Día a Día. Las pastas secas en general, y los fideos en particular, se venden cada vez más. En especial, las marcas más económicas, completa el medio.
Causas
Según el análisis de los supermercadistas, la modificación en los hábitos del consumidor tiene un objetivo evidente: que los ingresos alcancen todo el mes.
Volviendo al estudio de Kantar, las bebidas y los lácteos fueron los rubros más afectados en 2016. Los consumidores van menos veces al punto de venta a comprar y, cuando lo hacen, adquieren envases de tamaño menor.