El “caso Argentina” es un ejemplo de lo que podría verse en otros países de Latinoamérica en los próximos años, con una fuerte reconversión de los puntos de venta tradicionales (súper e hípermercados) en mayoristas para optimizar costos, ahorrar impuestos, bajar gastos en logística y recuperar clientes.
Carrefour es uno de los que ya ha comenzado. El cambio de estrategia va en línea con una serie de anuncios formalizados en Francia la semana pasada y que tienen que ver con la racionalización de los recursos a mediano plazo. En la Argentina, puntualmente, la idea es reconvertir 16 hipermercados en maximercados, es decir, “la apuesta es al comercio mayorista, el único que logró sortear la crisis del sector en los últimos dos años”, explican en Clarín.
La cadena francesa no tuvo un buen 2017 en Argentina (al igual que la mayoría de los supermercados en general) y eso derivó en la renuncia de la primera línea de directivos. Si bien la crisis afectó a todo el consumo masivo, la idea es cambiar antes de que todo se complique más.
Esto es us urgente porque no se advierte un buen 2018 en materia de ventas.
Dónde están los clientes
La inflación de 2016 fue del 40% y la del 2017 del 24%. En ese escenario, y con salarios creciendo por debajo del aumento de precios, las familias reemplazaron las visitas a los hipermercados por compras en comercios mayoristas, que ofrecen precios más bajos gracias a ahorros en logística (unificación de almacenaje y punto de venta) y a una negociación más directa con la industria. También lograr ahorrar en costos laborales.
Un dato interesante –que ya destacáramos en Merca2.0– es que el canal mayorista “está ampliando su llegada a nuevos estratos sociales, en especial el nivel bajo superior, que por su composición e ingresos –son familias numerosas, pendientes de sus desembolsos y gastos–, encuentran en ese formato una manera de ahorrar”, dijo el director comercial de la consultora Kantar Worldpanel, Federico Filipponi.
El crecimiento en números del formato mayorista puede verse en números: en el primer trimestre de 2017, la penetración de los hipermercados cayó 6 puntos. Del 39% en 2016, al 33% en 2017. Según un estudio de Kantar, la penetración del canal mayorista, por el contrario, creció en el mismo periodo del 27% al 30%.
Ya los consumidores no van a los mayoristas sólo a comprar una vez por mes grandes cantidades (como lo hacía años atrás), sino que visita esos formatos con mayor frecuencia “en busca de productos básicos de alimentos y bebidas”, dijo Filipponi. La ventaja es que sus precios son generalizadamente más bajos (entre un 10 y un 15%) y no sólo en el caso de ofertas o promociones puntuales, como hacen los tradicionales supermercados e hipermercados.
En este sentido, un informe de Ecolatina dice que entre enero y agosto de 2017, los precios de la canasta básica crecieron 14,5% en el canal mayorista y casi 4 puntos más (18%) en los grandes minoristas.
De acuerdo con lo anunciado en París por Carrefour, “otra de las estrategias para sanear el negocio será seguir potenciando las ventas de productos con marca propia en todo el mundo. Hacia el 2022, estos productos representarían un tercio de sus ingresos. Además, también invertirá fuerte para fomentar el comercio electrónico”, dijo Clarín.