El informe “Smoke and Mirrors: The Legal Risks of Fossil Fuel Advertising” detalla cómo la industria de los combustibles fósiles se está enfrentando a un gran número de litigios climáticos y como tanto las agencias de PR como de publicidad pueden ser arrastradas por esa ola.
Muchas de estas demandas, dice el informe, están centradas en campañas de comunicación falsas desarrolladas por algunas de las agencias más reconocidas en el mundo. Esto crea riesgos tanto de índole legal como comercial y reputacional, a punto tal de ser consideradas responsables de daños relacionados a causa de la desinformación y publicidad engañosa.
“La industria de los combustibles fósiles utiliza agencias de publicidad y agencias de relaciones públicas para dificultar que los gobiernos los hagan responsables. Y los anuncios son engañosos y hacen que las empresas parezcan más comprometidas con la acción climática de lo que realmente están”, afirmó el director de Clean Creatives, Duncan Meisel. Y agrega, “Las agencias de publicidad y relaciones públicas (…) tienen una opción clara: continuar con el trabajo sucio de difundir mentiras en nombre de la industria de los combustibles fósiles o convertirse en creativos limpios y ayudarnos a salvar el clima. El tiempo se está acabando”.
En este sentido, cada vez son más los movimientos como Clean Creatives que invitan a agencias a desvincularse de empresas cuyo core de negocio son los combustibles fósiles, o el manifiesto Creative Climate Disclosure, que impulsa a dar a conocer, respetando la confidencialidad, el porcentaje de facturación de sus clientes con alto contenido de carbono.
A esto también se suma un informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU que asegura que “la publicidad y las estrategias de construcción de marca también pueden intentar desviar la responsabilidad corporativa”.
Las aguas se van separando y en ese contexto así como Solitaire Townsend responsable de la firma de relaciones públicas Futerra, que dejó de trabajar con clientes de petróleo y gas hace 15 años, sostiene que cada vez más agencias tendrán que hacer lo mismo si su objetivo es atraer al mejor personal porque las nuevas generaciones “no quieren trabajar con clientes de petróleo y gas”; también están las agencias que continúan con clientes de combustibles fósiles, como WPP del Reino Unido que, en palabras de uno de sus portavoces dijo “aplicamos estándares rigurosos al contenido que producimos para nuestros clientes y buscamos representar de manera justa sus compromisos e inversiones ambientales”.
Si bien es claro, que cualquier agencia de PR debe tener la independencia para trabajar con quien considere, en un escenario de tanto acceso a la información y creciente conciencia medioambiental, es clave ser tansparente y creíble. Sin embargo, todavía queda mucho por recorrer en este camino de transición.