El escándalo de Lance Armstrong por dopaje en 2013, y su consiguiente pérdida de patrocinadores como Nike o Trek, fue uno de los más grandes casos registrados, pero no sólo las sustancias para aumentar el desempeño físico han manchado la imagen de este deporte, también el dopaje mecánico es un tema que ha dado mucho de qué hablar.
El dopaje mecánico en el ciclismo consiste en instalar pequeños motores imperceptibles a la vista, con el fin de lograr un apoyo o ventaja sobre la capacidad real del ciclista, algo que hasta ahora no ha sido oficialmente comprobado, pero de lo cual existen diversas pruebas, como este video donde Ryder Hesjedal cae y la rueda trasera de su bicicleta se comporta como si siguiese recibiendo impulso:
Sin embargo, después de que se revelara que han sido detectados por lo menos siete ciclistas profesionales que han incurrido en dopaje mecánico, la Union Cycliste Internationale (UCI) ha decidido tomar cartas en el asunto.
Esto ha sido evidenciado por la televisión francesa a través de un mini documental creado por France 2, en el cual muestran los resultados de haber filmado los eventos de la Semana Coppi-Bartali y la Strade Bianche con cámaras térmicas, mismas que serán utilizadas para detectar motores ocultos.
Tan sólo en el caso de Lance Armstrong, el ciclista perdió 75 millones de dólares en un par de días después de que sus patrocinadores lo abandonaran.