La plataforma digital de renta temporal de hogares, Airbnb, alcanzaría un valor de 50 mil millones de dólares en 2018 y superaría el valor de cadenas hoteleras como Hyatt, según un análisis del El Economista.

Se trata de la cuarta startup más valiosa en el mundo, pero esto no es indicador de que no tenga áreas de oportunidad con las que los usuarios lidian al hacer uso de ella.

Entre los más destacados se encuentra el reciente caso presentado en Florida, en donde una pareja encontró dos cámaras escondidas en el departamento que alquilaron, una de ellas en la recámara.

De acuerdo con los términos de servicio de Airbnb, un anfitrión tiene que revelar cualquier dispositivo de vigilancia, incluso si no están encendidos, y estos están vetados en recámaras o baños; sin embargo, esto no se cumplió en el caso del propietario, Wayne Natt, de 56 años de edad, al que se le acusó de voyeurismo luego de que Derek Starnes y su esposa reportaran un aparato extraño a la Policía.

La pareja detectó algo raro en el detector de humo de la recámara y al revisar descubrieron la cámara oculta grabándolos en HD, lo reportaron con las autoridades y estas hallaron otra en una parte distinta del lugar.

De acuerdo con la Policía, la casa en 623 Cedars Court estuvo disponible para renta en Airbnb durante los últimos dos años.

La empresa dijo a ABC que estaban “indignados” con la historia y que han vetado al propietario de su startup, pero por lo pronto mostraron a los consumidores que es posible ser víctima de un caso similar.

Otra circunstancia adversa que enfrentan es la discriminación. Airbnb registró diversos episodios negativos relacionados con la app y el servicio que reservaron algunos usuarios, quienes se quejaron de una supuesta discriminación, algunas de estas fueron denunciadas en redes sociales a finales del 2016 con el hashtag #AirbnbWhileBlack.

La historia más compartida fue la de Dyne Suh, quien el 17 de febrero reservó un alojamiento en la ciudad de Big Bear. Envió un mensaje al dueño para reconfirmar que todo estaba bien, pero poco antes de llegar al departamento, se le acusó de ser una “estafadora” y ele canceló la reservación, de acuerdo con CNN KTLA.

“No le alquilaría ni siquiera si fuera la última persona en la Tierra”, le escribió el dueño a Suh. “Una palabra lo dice todo: asiática”.

Así, la startup debe atender por lo menos dos problemáticas graves, mientras el usuario debe estar atento a estos casos.