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El Senado de California aprobó la ley que obliga a Uber y otras app a registrar a los choferes como empleados
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Esto las obliga a pagar un salario mínimo y licencias por enfermedad y vacaciones pagas
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Podría ser un duro golpe para un negocio que parecía perfecto
Mientras en algunos países del mundo Uber recién está intentando desembarcar, no sin resistencia, como ocurre por estos días en la Argentina, en otros, donde el negocio está consolidado, comienza a tener problemas.
Ocurre en la cuna de Uber, en California, Estados Unidos, donde nació la aplicación que hoy tiene 3,9 millones de socios conductores y 91 millones de clientes habituales en todo el mundo.
Lo que pasó este miércoles es que, como se había adelantado en Merca2.0, el Senado de California aprobó un proyecto de ley que obliga a las empresas de transporte basadas en aplicaciones a tratar como empleados a sus choferes contratados.
La norma fue aprobada por con 29 votos a favor y 11 en contra y el ahora debe pasar por la Asamblea del Estado, algo que es considerado como una formalidad.
En qué afecta la ley en California
Este hecho “podría remodelar en el propio Silicon Valley la forma en la que funcionan empresas como Uber o Lyft, que consideran como socios a sus choferes y son el eje del modelo de empresas de transporte y reparto de alimentos, por ejemplo”, publica La Voz.
Llamada AB5, la ley “ataca el corazón del negocio de Uber y Lyft”, dice El País. “Toma como base una sentencia de la Corte Suprema de California del año pasado contra un servicio de entrega a domicilio, que considera que los repartidores son, por defecto, empleados salvo excepciones”.
Entre los argumentos en defensa de la ley, se afirma que la uberización de la economía “ha sido un factor importante en la erosión de la clase media y el aumento de la desigualdad”.
El gobernador de California, Gavin Newsom, ya se manifestó a favor del proyecto y se da por descontado que lo firme cuando llegue a su despacho, de acuerdo con The New York Times. Aunque también confirmó estar “negociando con Uber y Lyft”.
Ayer, Uber dijo a través de un representante de la marca que no reclasificará a sus conductores como empleados de la compañía.
California: de un lado y del otro
Los defensores de la ley aseguran que a partir de ahora esto brindará a los conductores protecciones laborales que no tenía, como un salario mínimo garantizado y el derecho a vacaciones pagadas.
Otros, por el contrario, dicen que perjudicará a los conductores menos activos y con pocos viajes.
En la actualidad, no hay un monto mínimo que los conductores tengan garantizados por mes.
Para los inversores de ambas empresas, que tuvieron su OPI este año, las noticias no son buenas porque podría aumentar sus gastos.
Es por eso que propusieron ante el estado californiano pagar un salario mínimo de US$ 21 por hora de manejo, y algunos beneficios extra como pago por enfermedad.
Uber y Lyft argumentan que hacer que los conductores sean empleados hará que el servicio se convierta en menos conveniente para los consumidores y les quitará flexibilidad a los conductores.
Pagar un salario mínimo significaría limitar el número de conductores y programar turnos, algo que alteraría el funcionamiento de las app.