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La AMACC, que otorga los premios Ariel propone una reforma la Ley para prohibir el doblaje al español en películas extranjeras.
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La reforma se ha propuesto a la Comisión de Cultura y Cinematografía de la Cámara de Diputados.
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¿La medida detonará al cine mexicano o este debería mejorar su calidad en lugar de esperar acciones proteccionistas?
Desde hace muchas décadas, las empresas distribuidoras de películas, programas televisivos y otras emisiones estadounidenses y procedentes de otros países prevén la adaptación de sus contenidos al idioma español y para ello recurren al trabajo creativo de actores de doblaje, quienes trasladan dichas tramas a un lenguaje comprensible.
Sin embargo, la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC), misma que otorga año con año los premios Ariel a los mejor de la industria cinematográfica mexicana, propone una reforma la Ley Federal de Cinematografía (LFC) para restringir el doblaje al español de las películas producidas Hollywood y de cualquier país e idioma distinto al español.
La propuesta pide dejar fuera de esta nueva regla a películas documentales e infantiles. La reforma se ha propuesto a la Comisión de Cultura y Cinematografía de la Cámara de Diputados, que es presidida por el legislador Sergio Mayer.
Si bien la idea busca que los contenidos puedan ser apreciados de manera original -incluyendo las actuaciones y la propuestas originales de sus creadores-, también busca que exista un mayor apoyo al cine mexicano realizado en idioma español.
Por otro lado, la importante y tradicional industria del doblaje mexicano, que representa una fuente de empleos para los actores, se vería también afectada. Dándole voz a los personajes de muchas series, emisiones y cintas que se consumen en América Latina, el doblaje mexicano ostenta un liderazgo regional cuyo valor se estima en más de 60 millones de dólares.
Según cifras de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica, CANACINE, las producciones mexicanas siguen teniendo una menor distribución si se comparan con las cintas extranjeras. En 2018, por ejemplo, se exhibieron 116 películas por 181 de EStados Unidos y 199 provenientes de otros países.
La pregunta que vale plantear es ¿Esta medida detonaría un aumento en el consumo de cine mexicano o más bien las producciones mexicanas deben mejorar su calidad en lugar de esperar acciones proteccionistas? Al menos la originalidad de contenidos en otras lenguas, la calidad de las actuaciones y el sonido original de las películas se garantizaría.