Seguramente te has enfrentado más de una vez a un cliente que al mostrarle tu propuesta o trabajo comienza a juzgar a detalle cada uno de los elementos de dicha propuesta.
Resulta muy desgastante para ambas partes intentar defenderse y hacer sentir al otro que está equivocado. Si tu cliente hace sugerencias, peticiones o cambios a tu propuesta y es un cliente con el que deseas mantener una relación a largo plazo vale la pena que contemples lo siguiente:
1. No invalides sus opiniones: Muchas veces el ego juega un rol preponderante cuando estamos frente a un cliente. Es curioso como las personas solemos querer tener siempre la razón. En ventas las cosas cambian: “Nunca hagas sentir a tu cliente que tu tienes la razón porque sabes lo que haces y él no tiene ni idea”. Escuchar de forma activa y con atención plena cuales son sus opiniones no solo lo hará sentir que puede confiar en ti sino que posiblemente desde la apertura y la flexibilidad logres tomar algunas de sus opiniones para incorporarlas a tu trabajo.
2. Estar de acuerdo: Procura en todo momento estar de acuerdo con él. La gente disfruta de hacer negocios con personas con las que sienten estar de acuerdo. Busca el acercamiento con tu cliente, la empatía, que te vea como un aliado y no como un enemigo. Será bueno que primero concuerdes con él y después puedas plantear (sin imponer) tu punto de vista.
3. Separa el trabajo de la persona: Procura separar el juicio que alguien puede estar haciendo sobre tu idea, diseño, propuesta, producto de tu persona. Seguramente has escuchado que no es bueno tomarse las cosas de forma personal, pues nada es más cierto que esto. Siempre que algún cliente dé su opinión sobre el proyecto como tal o la propuesta procura centrarte en eso y no pensar que es contra ti. Muchas de los conflictos que surgen entre las personas se dan por suposiciones de las cuales no tenemos certeza si son ciertas o están en nuestra imaginación. No presupongas nada.
4. Busca siempre el “como SI”: Si tu cliente opina sobre algo que ves complicado o no puedes hacer, sé honesto y comunícalo pero nunca desde una perspectiva negativa. Por otro lado si tu cliente pide cambios, modificaciones o da una sugerencia busca el “como SI” lograr cumplir su petición, evidentemente sin ahorcarte. Buscar el “como SI” implica ponerse en una postura de experto en resolver problemas. Una persona que busca el “como SI” es aquel que piensa rápido, no se le cierra el mundo, genera ideas y soluciones forma creativa, busca más opciones y ve alternativas. Los clientes aman a los solucionadores de problemas y a las personas que siempre tienen una respuesta positiva ante las situaciones problemáticas.
Facundo Cabral decía: “No digas no puedo ni en broma, porque el inconsciente no tiene sentido del humor, lo tomará en serio y te lo recordará cada vez que lo intentes”. Yo digo que cada interacción que tenemos con un cliente es una oportunidad no solo de aprender, reinventarnos y ganar experiencia sino de convertirnos en mejores personas desde nuestra verdadera esencia.