La filtración de 11.5 millones de documentos pertenecientes al bufete de abogados panameño Mossack Fonseca que revela la presunta relación de algunos de los personajes más ricos del mundo con actividades financieras “irregulares”.
El caso conocido como el #PanamaPapers involucra a políticos, empresarios y deportistas ha causado un gran impacto en la sociedad a nivel global.
Derivado de ello, la firma de abogados Mossack Fonseca se encuentra en el corazón de la polémica desencadenada por una investigación realizada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y el diario alemán Süddeutsche Zeitung.
En este punto es donde toma relevancia la participación de Burson Marsteller, una de las agencias de relaciones públicas más poderosas del mundo que representó clientes controversiales como los dictadores de Argentina, Indonesia o Rumania y, de acuerdo a Panama Papers, fue contratada por Mossack Fonseca.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos en relaciones públicas, diversos países comenzaron a investigar las prácticas de la firma panameña. Todo concluye con la revelación de millones de documentos, 46 veces más que los filtrados en el caso Wikileaks.
Los 11.5 millones de documentos abarcan casi cuatro décadas de información (1977-2015) y revelan la creación de miles de empresas “offshore” y paraísos fiscales para que políticos, celebridades y personajes reconocidos gestionaran su patrimonio.
Por su parte, Ramón Fonseca Mora, uno de los directivos fundadores Mossack Fonseca defendió que la firma siempre actuó apegada a las leyes de las distintas jurisdicciones en la que opera. Además, se informó que se interpuso ante la Dirección de Investigación Judicial (DIJ) de Panamá una querella contra las personas que resulten responsables de las filtraciones, según informó EFE.