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Burger King ha vuelto al payaso Ronald su objetivo en varias campañas de publicidad.
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Ahora fue en Alemania, donde genera ventas cercanas a los 955 millones de euros
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El plan es recortar distancia con McDonald’s, líder de ese mercado al generar más de 3 mil mde
El cine y y el marketing tienen una añeja relación, pero en la actualidad viven una época dorada en la que las principales producciones de Hollywood suelen crear impresionantes campañas para impulsar sus estrenos, situación que también suelen aprovechar las marcas, qué mejor ejemplo que lo hecho esta semana por Burger King.
Se aproxima el estreno de IT: Chapter 2, la segunda parte de esta nueva versión inspirada en la historia creada por el maestro del terror Stephen King, pero en esta ocasión dirigida por Andy Muschietti. El evento nos hace recordar que mucha gente le tiene un miedo natural a los payasos, algo que se ha convertido en el combustible para la nueva acción de mercadotecnia del ‘Rey de a la parrilla’ para trollear a McDonald’s.
‘Escapa del payaso’
Sí, efectivamente, más claro no puede ser el lema de esta campaña desarrollada en Alemania y que aprovecha el regreso a cines de Pennywise para intentar llevarse a los clientes del Payaso Roland a un Burger King.
Todo forma parte de una estrategia de marketing digital que consiste en un anuncio oculto en Kino News, la revista de cine de McDonald’s, mismo que puede ser visto en la ayuda de la app de Burger King en realidad aumentada -de forma similar a como lo hizo Netflix con los anuncios para Stranger Things en el NYT-.
Para ello crearon anuncios que están siendo difundidos en social media -Facebook y Twitter, principalmente- junto al hashtag #EscapeTheClown que, con la ayuda del geotargeting, buscan ser promocionados a clientes que acudan a un establecimiento de la cadena de los arcos dorados para invitarlos a descargar la aplicación y escanear la reseña de IT: Chapter 2.
Si los logran convencer, cuando lo hacen, les aparece en la pantalla de sus smartphone un botón de realidad aumentada llamado ‘Escape The Clown’ que activa un globo rojo con un cupón canjeable por una Whopper a un centavo de euro. Para ‘redondear’ la experiencia, les indica cuál es la mejor ruta para ‘escapar’ de McDonald’s para llegar lo más rápido posible a un Burger King.
Ronald, el trolleado consentido
A la cadena de hamburguesas a la parrilla le ha funcionado desde hace algunos años el molestar a la imagen emblemática de McDonald’s en diversas campañas en busca de reforzar el brand awareness e impulsar sus ventas.
Sólo en el último año hemos visto al menos un par de casos recordados como Scary Clown Night, concepto creativo creado por LOLA MullenLowe en España para impulsar una promoción que invitaba a los clientes de McDonald’s a que fueran disfrazados de payaso a los restaurantes de Burger King y con ello se llevaban una Whooper gratis.
No es la primera vez que Burger King aprovecha a IT en una estrategia para trolera a McDonald’s. También lo hizo en 2017, cuando en colocó un peculiar mensaje en los créditos finales de la proyección de la cinta que decía: “Moraleja: Nunca te fíes de un payaso”.
O, qué tal la emprendida en Brasil y que también se valió de la realidad aumentada para conquistar a los consumidores de la competencia. En esta oportunidad la acción se llamó ‘Burn That Ad’ y fue una creación de la agencia David São Paulo en la que se hacía un llamado a las personas a quemar los anuncios de otras cadenas de fast food con la ayuda de la App de BK y, con ello, se llevaban una Whopper gratis.
La meta de Burger King
La marca con sede en Florida busca ganar share en el mercado de fast food, por ejemplo, en Alemania BK registra ingresos de 955 millones de euros, pero está muy distante de McDonald’s, que lidera el mercado con ingresos por alrededor de 3 mil 370 millones, de acuerdo con datos publicados en Statista.
Si bien, aún no puede competir directo en ventas, a nivel marca sí tienen una cercanía y rivalidad muy identificada por el consumidor, algo que ha aprovechado en su estrategia de marketing y publicidad para conectar a un nivel más emotivo con el consumidor.
