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La campaña de Burger King, Passport Stamp Card, fue creada por la agencia Ingo para Suecia
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El objetivo de esta activación es promover la línea de hamburguesas World Gourmet
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Dicha “colección” ofrece a los consumidores platillos que por lo general solo estarían disponibles en otros países
En todo el mundo, la industria de los viajes internacionales está prácticamente paralizada. Lo anterior, obviamente, a raíz de la pandemia de COVID-19. Actualmente son realmente pocas las personas que deciden ir de un país a otro. Y de hecho muchos individuos, aunque así lo deseen, ni siquiera pueden hacerlo. Esto, solo porque hay un sinfín de restricciones de viaje entre los distintos países. Pero la nueva campaña de Burger King quiere solucionar este reto.
Claro, la cadena de comida rápida no tiene poder alguno para ayudar a que los clientes de hecho puedan viajar de un país a otro. Pero sí quiere ayudar a la gente a darle un uso mucho más activo y productivo a sus pasaportes, que en muchos casos están solo reuniendo polvo. Así que para su nueva campaña, Burger King les está pidiendo a las personas llevar este documento a sus sucursales. Y es que los quiere convertir en sus nuevas cuponeras de regalo.
La activación se realizará en Suecia, que antes de la crisis solía tener uno de los pasaportes más fuertes de todo el mundo. Por el acercamiento poco convencional del gobierno local a la actual pandemia, una buena parte del planeta impide el acceso a ciudadanos de este país. Así que Burger King le propuso a los consumidores locales que, si le dejan poner un sello en el documento, les regalará una hamburguesa. Para promocionar la campaña, lanzó este spot:
Humor, el sello perfecto para una campaña post-COVID
Junto con Burger King, muchas otras empresas han tratado de verle el lado más positivo a la nueva normalidad. A finales de abril, la alemana Rossman lanzó una campaña cómica, de las primeras en combinar el humor con la pandemia. Ryan Reynolds, con Mint Mobile y American Gin, también demostró que es posible seguirse riendo aún en cuarentena. Por su lado, Bud Light se animó a revivir una de sus activaciones más icónicas, pero con el giro del home office.
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Con esta campaña, Burger King vuelve a demostrar que la forma adecuada de dirigirse a los consumidores, aún en medio de la pandemia, es con el humor y la comedia. La activación es genuinamente graciosa, porque rebaja un documento que solía tener un enorme poder a una escala global y la convierte en una simple cuponera. Pero también deja una gran lección para cualquier otra compañía que quiere tener impacto entre los consumidores y llamar la atención.
Burger King demuestra con esta activación que las empresas deben estar dispuestas a hallar incluso las formas más ridículas y poco convencionales para interactuar con los consumidores. Dado que el pasaporte es un documento de identidad tan importante, pocas empresas habrían siquiera considerado usarlo en una campaña. La cadena no solo se atrevió, sino que lo está haciendo solo para promocionar una nueva línea de productos. Y así, se ganó al consumidor.
Soluciones poco convencionales
Aunque una campaña tiene todo que ver con la originalidad y la creatividad, son realmente pocas las marcas que realmente pueden llegar a un concepto comercial nuevo o inesperado. Hay un par de ejemplos notables, como Stella Artois y su instalación de arte que promueve la sana distancia. O bien, el spot de calidad cinematográfica de Maersk para una activación B2B. También se puede hablar del corto/concurso de ABN Amro para hallar su próximo colaborador.
Aunque muchos agentes pueden estar de acuerdo con el hecho que una campaña original y fuera de lo común es una ventaja, no todos piensan igual. De acuerdo con el HBR, hay veces en las que una estrategia comercial o necesita ser novedosa o nunca antes vista para lograr su objetivo. WARC duda que su efecto sea realmente determinante, al menos en la decisión de compra. Y Campaign Brief cree que es mucho más importante tener una idea realmente eficaz.