Internacional. En algunas ocasiones, ocupar el número de participantes en una conversación pública como escaparate puede resultar contraproducente para las marcas. Ya sea en la industria del cine –con descuidos importantes en los diseños-, o en el caso de la cadena de comida rápida Burger King, al intentar aprovechar la conmoción que generó la muerte del actor Robin Williams.
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Esta semana, el portal Adweek reportó que luego de divulgarse la noticia del fallecimiento de Robin Williams, Burger King rápidamente contactó con la sede de Twitter en San Francisco para echar a andar un trending topic pagado de escala nacional. La campaña -que de acuerdo con la revista tiene un costo superior a los 200 mil dólares– fue parte de la promoción de los nuevos bocadillos de pollo frito de la popular cadena.
Exercise your right to snack. #ChickenFriesAreBack pic.twitter.com/MpBg2kIj4t
— Burger King (@BurgerKing) agosto 11, 2014
Por supuesto, las reacciones no se hicieron esperar y algunas de ellas mencionaron la falta de respeto que representaba el anuncio para los fanáticos de Williams en plataformas digitales.
La publicación detalló que poco después de las 19:00hrs del lunes -una vez que los hashtags #RIPRobinWilliams y #Mork se convirtieron en tendencias nacionales- Burger King decidió que lanzar una campaña de pollo frito en medio de una conversación tan trágica era una mala estrategia publicitaria.