Burberry anunció su alianza con la plataforma multimarca Farftech, para lograr incrementar sus ventas a través de los 150 países en los que la plataforma tiene la capacidad de hacer llegar productos.

Esta alianza ocurre ahora que la apuesta de la marca inglesa es poner a la venta en menos de 24 horas, los productos que muestra en pasarela, una estrategia creativa que se suma a otras ideas innovadoras como las implementadas por Gucci, al contar con un departamento de jóvenes, con quienes diseñan productos y acciones dirigidas al mercado millennial.

Farftech es una compañía unicornio, una categoría muy difícil de alcanzar, pues solo se otorga a las empresas tecnológicas que logran escalar en la obtención de capital, en un corto periodo de tiempo y sin tener que salir a la bolsa.

La categoría de empresa unicornio la alcanzó Farftech en 2015 cuando obtuvo 86 millones de dólares en una ronda de inversiones de series E, etiqueta con la que se clasifica el tipo de capitalización que obtiene una empresa de este tipo, donde A sirve para la optimización de un producto, para poder convertirlo en una idea revolucionaria en el mercado, mientras que las series B, por ejemplo, son el capital invertido que está dirigido a la construcción de la empresa, con mayor expansión en el mercado y formación en la comercialización con que cuentan.

El comercio electrónico ha cobrado mayor peso en los objetivos de venta que necesitan las marcas para sobrevivir ante la competencia, sobre todo en el mercado de la moda, un segmento donde la omnicanalidad ha establecido una tendencia muy clara de consumo impulsado por la influencia de personalidades en redes sociales y momentos que plantean nuevos perfiles de compra, diferentes a los que encontramos en puntos de venta.

A detalle.

– El mercado de moda podría registrar ingresos este 2018 por 481 mil 162 millones de dólares.

– Según Kering, marcas de lujo como Bottega Veneta concentran sus ingresos en las ventas de productos de piel que registran, mientras que categorías como la de zapatos o ropa queda rezagada por las pocas ventas que alcanzan, convirtiéndose en estrategia publicitaria de estas marcas cuando presentan sus colecciones de temporada.