Aunque ya no es la cerveza más popular en Estados Unidos, Budweiser no deja de ser una de las marcas más valiosas de ese país y acciones como hacer un cambio para usar cien por ciento energía renovable contribuirán a establecer un mayor vínculo con el consumidor.
Sabemos que el éxito de las marcas proviene de la diferenciación entre sus competidores, al ofrecer a sus clientes una experiencia de compra única, un producto único, pero identificarse como una marca con valores también tiene mucho impacto; marcas como Apple, Google, o Tesla son ejemplos de que así sucede.
Esta semana se conoció que Budweiser ya no está ni siquiera entre las tres principales marcas de cerveza por ventas estadounidenses en 2017, es superada por Bud Light, Coors Ligh y Miller Lite, en ese orden, de acuerdo con un reporte de Beer Marketer’s Insights citado por CNN.
Entre las razones encontradas por los analistas, se señala que la marca de cerveza “no logró capturar el interés de los Millennials de la misma forma que se ganó a los Gen X (…) Según datos de UBS, los Millennials tienen menos probabilidades que la población en general de recomendar Budweiser”.
Tradicionalmente Budweiser apela a valores estadounidenses para crear sus acciones de publicidad y mercadotecnia, basta con recordar su anuncio “Born The Hard Way”, lanzado para el Super Bowl del año pasado.
Pero, eso ya no es suficiente. Tal vez esta sea una de las principales razones por las cuales la marca busca evolucionar y, transmitir una imagen de marca verde puede ayudarle a ganar empatía entre consumidores de generaciones más jóvenes, particularmente entre los millennial.
De acuerdo con un reporte de Reuters, Budweiser confirmó que cambió toda su producción en Estados Unidos a procesos que utilizan electricidad renovable, algo que vendrá acompañado con una nueva etiqueta y logo que reflejen la utilización de energía limpia, esto como parte de un cambio global de este tipo de energías por parte de su matriz, Anheuser-Busch InBev.
Sabemos que el green marketing o marketing verde son las acciones que realizan las compañías para expresarse como amigables con el medio ambiente. Por ello, construir marcas con propósito es una de las tendencias más fuertes durante los últimos años.
La tendencia tiene un sólido respaldo si consideramos la demanda de los consumidores por relacionarse con marcas que además de ofrecer productos capaces de satisfacer sus necesidades, sean empáticas con las preocupaciones que transcienden al consumo tanto de manera individual como en términos de sociedad.
De acuerdo con un estudio internacional de la empresa de investigación de mercados GfK, el 76 por ciento de los consumidores espera que las marcas tengan cierto compromiso ecológico, mientras que el 28 por ciento afirma que las marcas tienen la obligación moral de ser responsables y sostenibles con el medio ambiente.
Esto es a lo que apuestan empresas como AB InBev, el grupo cervecero más grande del mundo, al adherirse a las más de 100 firmas multinacionales que se han comprometido a utilizar la energía renovable para combatir la contaminación y el cambio climático bajo el acuerdo de París.
Ya sea por acuerdos como el de París o por estrategias propias, hoy vemos que AB InBev es una de las firmas que, entre las acciones que ejecuta, está incluida la compra de varios Tesla Semi Truck, junto a otras marcas como PepsiCo, o Google que tiene un proyecto de energía renovable para alimentar a todas sus oficinas y su centro de datos.