Qatar Distribution Company, la única compañía minorista distribuidora de bebidas alcohólicas de ese país, espera tener su mes récord gracias a la Copa FIFA 2022.
Es que el producto que es el núcleo de su negocio no es de consumo masivo en el país musulmán conservador y sus ventas no son habitualmente altas a lo largo del año.
Sin embargo, todo será muy distinto entre el 20 de noviembre y el 18 de diciembre de este año, cuando Qatar sea la sede del Mundial de Fútbol.
Anheuser-Busch InBev Worldwide, por ejemplo, espera que este sea “el” año para sus ventas en Qatar, un mes que ha estado esperando pacientemente para maximizar el retorno de la inversión del contrato de patrocinio que tiene para su marca Budweiser con la FIFA.
No fueron negociaciones simples, ya que los funcionarios de Qatar estuvieron a punto de prohibir completamente el alcohol en el torneo.
Budweiser y sus planes en Qatar
AB InBev espera que en este mes se consuma más cerveza en Qatar de lo que normalmente se consumiría a lo largo de todo un año en ese país.
Se lo dijo a Bloomberg Peter Kraemer, director de Suministro de AB InBev.
Como no hay cervecerías en la región, AB InBev debió enviar sus productos a Qatar en contenedores y luego arrendar espacios de almacenamientos refrigerados para protegerlos del clima caluroso del verano, con temperaturas superiores a los 45 grados.
Desde esos centros de distribución, los camiones se van a cargar por la noche y enviados a primera hora del día siguiente a restaurantes, hoteles y las áreas para fans (Fanzones) que la FIFA dispuso en las afueras de los estadios, los únicos lugares autorizados para que la genta beba alcohol.
Según Kraemer, a diferencia del vino u otras bebidas con alcohol, “la clave para una buena cerveza es que se entregue lo más rápido posible”, ya que “es mejor mientras se consuma más cerca de la fecha de fabricación”.
Qatar y la cerveza
En Qatar no hay “ley seca”, pero restringe quiénes y dónde pueden adquirir bebidas con alcohol.
Los precios no son baratos. Una pinta de Budweiser, por ejemplo, se vende a 55 riales qataríes (unos 16 dólares) en los bares del centro.
El permiso para los turistas a beber alcohol hace de Qatar un país más moderno que la conservadora Arabia Saudita.
Pero para beber alcohol en Qatar siendo residente extranjero, hay que tramitar un permiso por escrito y sólo acceden aquellos que ganen más de tres mil riales qataríes (alrededor de 815 dólares) por mes.
Ese permiso les da acceso a una licencia para comprar alcohol a la empresa que tiene el monopolio, la ya mencionada antes Qatar Distribution Company, que es subsidiaria de Qatar Airways.
Ese medio de distribución tampoco es barato: una caja de Budweiser cuesta 189 riales (más de 50 dólares).
La borrachera en la vía pública es ilegal y se pena con hasta seis meses de cárcel y una multa de tres mil riales qataríes.
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