La búsqueda de una mayor igualdad legal de numerosas minorías es un reclamo al que se suman cada vez un mayor números de personajes públicos y marcas. Y en este caso ha sido el músico canadiense Bryan Adams, quien ha decidido dejar claro que no esta de acuerdo con las recientes leyes discriminatorias contra la comunidad LGBT de Misisipi en Estados Unidos y por ello cancela su presentación de finales de semana.
De esta forma, Adams repite la decisión tomada el pasado viernes por Bruce Springsteen, cuando anunció que suspendía por la misma razón, su concierto pautado para Carolina del Norte.
El artista canadiense lo ha manifestado en un comunicado donde se ha podido leer: “Me parece incomprensible que se esté discriminando contra personas de la comunidad LGBT en el Estado de Misisipi”. “Yo no puedo actuar de buena conciencia en un Estado donde a algunas personas se les están negando sus derechos civiles por su orientación sexual”.
En ambos casos, los cantantes se han referido a normativas en las que se protege el derecho de empresarios y responsables de comercios a negar los servicios que prestan si consideran que la orientación sexual de los posibles clientes viola sus creencias religiosas.
Adams y Springsteen son parte de un grupo de personalidades reconocida del medio artístico pero también de más de cien empresas de diferentes ámbitos que rechazan la discriminación que se pretende establecer con leyes como las citadas, en nombre de la libertad religiosa y que limitan los derechos de los ciudadanos.
Este es un episodio en la lucha que se libra entre los avances de los derechos civiles y la igualdad de la comunicad LGBT frente a los derechos religiosos, aderezado por los intereses económicos y culturales de Estados Unidos. Un proceso que se vislumbra complicado y extenso, pero que avanza poco a poco en medio de numerosas polémicas especialmente en los Estados más conservadores.