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La Ley de Servicios Digitales (DSA) obliga a las plataformas digitales a ser más transparentes sobre sus algoritmos y su impacto en los usuarios.
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La Comisión Europea ha ordenado a X entregar documentos detallados sobre sus algoritmos de recomendación y prácticas de moderación de contenido.
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Bruselas ha intensificado la investigación para verificar si X cumple con el Reglamento de Servicios Digitales (DSA) de la UE.
La Comisión Europea ha intensificado su escrutinio sobre la red social X, propiedad de Elon Musk, al exigir la entrega de documentos internos relacionados con sus algoritmos de recomendación y prácticas de moderación de contenido. Y es que, esta acción se enmarca en una investigación ampliada que busca determinar si la plataforma cumple con el Reglamento de Servicios Digitales (DSA) de la Unión Europea.
En ese sentido, la regulación de algoritmos en redes sociales se ha convertido en una prioridad global debido a la creciente preocupación por su influencia en la información que consumen los usuarios y su impacto en la democracia. La Unión Europea ha liderado este esfuerzo con la implementación de la Ley de Servicios Digitales (DSA) en 2024, la cual exige a las grandes plataformas digitales mayor transparencia sobre el funcionamiento de sus algoritmos. Esta normativa busca minimizar riesgos como la desinformación, el discurso de odio y la manipulación electoral, estableciendo la obligación de realizar auditorías periódicas sobre el impacto de los sistemas automatizados y ofrecer a los usuarios la posibilidad de desactivar las recomendaciones personalizadas. Organismos internacionales como la OCDE han advertido que los algoritmos de recomendación pueden amplificar contenido perjudicial si no son gestionados de manera responsable, mientras que el Foro Económico Mundial ha señalado los riesgos asociados con las burbujas de información y la polarización social.
Datos de Statista revelan que el 68% de los usuarios europeos se muestran preocupados por el uso de sus datos para la personalización de contenido, y se estima que la aplicación efectiva del DSA podría reducir en un 30% la exposición a contenido dañino. Esta tendencia global refleja la creciente necesidad de supervisar los algoritmos para proteger a los usuarios y salvaguardar los procesos democráticos.
Bruselas presiona a X para revelar los detalles de sus algoritmos
La decisión de Bruselas llega tras preocupaciones sobre la posible influencia de X en procesos electorales europeos, especialmente después de que Musk mostrara apoyo al partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) en vísperas de las elecciones alemanas programadas para el 23 de febrero.
La Comisión ha solicitado a X que proporcione, antes del 15 de febrero, documentación detallada sobre su sistema de recomendación de contenidos y cualquier cambio reciente en sus algoritmos. Además, se ha ordenado la conservación de documentos internos relacionados con modificaciones algorítmicas realizadas entre el 17 de enero y el 31 de diciembre de 2025. Estas medidas buscan evaluar si la plataforma gestiona adecuadamente los riesgos para el discurso cívico y los procesos electorales en Europa. Cabe destacar que la Comisión Europea ha llevado esta investigación desde diciembre del 2023 contra la empresa, esta vez por haber detectado posibles infracciones relacionadas con el sistema de recomendación de la plataforma.
Henna Virkkunen, vicepresidenta de la Comisión Europea responsable de soberanía tecnológica, seguridad y democracia, enfatizó la importancia de estas acciones para garantizar que todas las plataformas que operan en la UE respeten la legislación destinada a mantener un entorno digital justo, seguro y democrático para los ciudadanos europeos.
Si X no cumple con las obligaciones establecidas por el DSA, podría enfrentar sanciones significativas, incluyendo multas de hasta el 6% de su facturación global y posibles restricciones en sus operaciones dentro de la Unión Europea.
Por otro lado, Meta atraviesa cuestiones similares, pues no podemos pasar por alto el historial de sanciones en Europa, especialmente desde la implementación del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) en 2018. De hecho, Facebook, Instagram y WhatsApp, las plataformas que conforman el gigante de Meta, han sido multadas repetidamente por infringir la normativa sobre privacidad, y juntas acumulan seis de las diez multas más altas impuestas hasta la fecha, alcanzando un total superior a los 2.700 millones de euros.