Sochi, Rusia.- No se trata de una broma. Bruno Banani es uno de los atletas que competirá por el Reino polinesio de Tonga en la modalidad de Luge en los Juegos Olímpicos de Sochi, pero antes se llamaba Fuahea Semi, hasta que decisió cambiarse el nombre por el de una marca alemana de ropa interior, en una acción de marketing sin precedentes, que le ha permitido contar con los recursos para participar en este evento. La historia de Bruno Banani no tiene desperdicio.

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Tonga es un arcipielago de la polinesia (con temperaturas promedio de 24 grados centígrados) que organizó hace unos 6 años, un concurso para enviar a su primer atleta a competir en unos Juegos Olímpicos de Invierno en la disciplina de Luge.

Lo anunciaron por radio y como se trataba de un deporte rápido y peligroso el, ahora Bruno Banani, que estudiaba computación, decidió apuntarse y logro ser seleccionado.  Pero para llegar a las olimpiadas se necesitaban recursos, así que en busca de patrocinantes, una agencia de comunicación le propuso el cambio de nombre, el cual aceptó tras consultarlo con su familia.

En un principio se pensó que era una coincidencia, pero la prensa alemana destapó el cambio, causando gran revuelo, aunque eso parece haber quedado olvidado pues se ha aceptado su competición en estos juegos (intentó clasificar para los juegos de 2010, pero no lo logró), aunque poco tenga que ver este nivel de patrocinio deportivo, con el espíritu inicial de los Juegos Olímpicos.

De hecho, para Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI): “Es de mal gusto cambiar el nombre por el de un patrocinador. Esto es demasiado para mí. Esto no tiene nada que ver con el marketing adecuado, es una idea de marketing perverso.”

Y es así como se llega a los juegos de Sochi, con un atleta de Tonga que hasta hace 6 años no conocía la nieve y que se ha cambiado el nombre por el de una marca de ropa interior, para poder competir en Luge, tras entrenar con el equipo nacional de Alemania. La realidad supera a la ficción.