Desde hace unos años, las típicas bolsas de plástico para hacer compras están prohibidas en México, razón por la que un número importante de consumidores, ahora, se inclinan por las bolsas reutilizables, pero ¿qué tan sostenible es este “nuevo” hábito?
Hoy por hoy, existe una tendencia entre los consumidores de acercarse a aquellas marcas que suelen ser más responsables con el medio ambiente; aquellas que, entre sus estrategias, dejan una huella positiva en el planeta.
En ese sentido, temas como el “cambio climático”, “ambientalismo”, “medioambiente”, “veganismo”, entre otras, son de las más mencionadas por los internautas desde hace un tiempo.
Por otro lado, un reciente estudio revela que cuatro de cada 10 consumidores -principalmente, de la llamada Generación Z- dice ser más selectivo cuando se trata de gastar. En otras palabras, el 23 por ciento de los centennials suele investigar mucho más acerca de las normas éticas y sostenibles de las marcas que va a consumir.
Estos valores corresponden a una nueva era en la que, a raíz del Covid-19 se hizo un mayor hincapié acerca del cuidado del planeta, aunque desde hace décadas existe un nuevo pensamiento en el consumidor.
Bolsas reutilizables, las más populares
Desde hace unos años, en México y otras partes del mundo, las clásicas bolsas de plástico ya están prohibidas y, en su reemplazo, hay quienes ahora optan por bolsas reutilizables; sin embargo, este “nuevo” hábito parece no ser del todo sostenible.
Echando una mirada a la gráfica depositada en la parte superior, al día de hoy y con el 72 por ciento, China es el país donde se utilizan más las bolsas reutilizables para hacer las compras. Llama la atención que, entre las primeras siete posiciones, Brasil es el único país de toda América Latina que opta por este hábito de las bolsas reutilizables.
Ahora bien, pese a que se trata de un cambio de pensamiento -y de hábitos- importante, cabe destacar que existe un análisis sobre qué tan sostenible es esta nueva tendencia. En palabras de Juan Carlos Gázquez-Abad, profesor colaborador de los Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta Catalunya (UOC):
“Son una forma ‘barata’ de percibir que uno está contribuyendo a utilizar menos plástico, y que, por tanto, está comprometido con el cuidado del medioambiente y de la sostenibilidad”, explica Gázquez-Abad.
No obstante, se dice que la bolsa de algodón debe reutilizarse al menos 131 veces para que sea más sostenible que una bolsa de plástico de un solo uso. Asimismo, la producción de algodón puede tener varios impactos negativos en el medio ambiente, como el uso intensivo de agua y fertilizantes y pesticidas, contaminación del agua y del suelo.