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‘Bolillo’ es un perro Pitbull que acompaña la caravana del migrante
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Partió con su dueño desde San Pedro Sula a mediados de octubre
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En México le cambiaron su nombre debido a la dieta que mantiene el can
La caravana del migrante, un movimiento que inició en Honduras como un reclamo interno a la llegada al gobierno de Juan Orlando Hernández, derivó en que más de 7 mil personas traten de llegar a territorio estadounidense.
La trascendencia de este acontecimiento llegó a tal grado que diversas organizaciones internacionales reclamaran el maltrato a mujeres, menores de edad, hombres y demás; además de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, indicará vía Twitter que miles de soldados llegarían a la frontera para impedir el paso de la caravana.
Entre todos estos hechos, una historia ha sobresalido, la relación entre el hombre y los animales; ‘Bolillo’, un perro Pitbull que acompaña a Adalberto López, dueño del can y que, según diversos reportes de prensa, decidió que su mascota viajara con él ya que “nadie lo cuidaría como lo hace él”.
Ambos partieron de San Pedro Sula el 13 de octubre en búsqueda de nuevas oportunidades en territorio norteamericano; en aquellas fechas, el perro se llamaba “La Bestia” o “La Fiera”, no obstante, una vez en México, le cambiaron el nombre a ‘Bolillo’, e incluso se dijo que una vez que entren a suelo estadounidense volverá a cambiar de nombre.
“Bolillo” es un pitbull que viaja en la #CaravanaMigrante junto a su dueño, Adalberto, quien confía en que llegaran con bien a EU, pero que si llega a morir, que sea junto a su amigo de 4 patas.
Al preguntarle porqué lo trajo, respondió que al irse, nadie lo iba a cuidar como él. pic.twitter.com/Iuc8SadVIj— Oscar Augusto (@_OscarAugusto) October 24, 2018
Este perro migrante no ha generado solo empatía con el público así como con quienes viaja, ya que se ha destacado que el comportamiento del canino es ejemplar, sino que también refleja lo complicado que resulta para quien sea, atravesar los países para llegar a la frontera norte de México, desde nadar, andar a pie, subirse al tren, entre otros desafíos.
Al igual que con la perrita labrador Frida, quien se volvió en un estandarte de las labores de rescate durante los sismos de septiembre pasado; e incluso como la perrita “Princiesa”, quien durante las noches escapaba de casa para ir a un McDonald’s y fingir ser callejera para recibir comida gratis, la imagen de los animales conmueve en demasía a las personas, por lo que se convierten de forma seguida en embajadores de algún hecho.