Suecia.- Las parejas mås romånticas ya no tienen excusa para no casarse por falta de dinero o porque su familia y amigos estén lejos de ellos. Ikea (como siempre) tiene la solución y una innovadora propuesta que hacerles. A partir de ahora la multinacional sueca comienza a ofrecer las bodas online, para evitar a los novios sobrecostes y complicaciones. Por supuesto, la decoración, aunque sea virtual, corre a cargo de Ikea.
En este enlace, la compañĂa comercializadora de muebles explica el funcionamiento de este revolucionario procedimiento de dar el âsĂ quieroâ. Lo Ășnico que se necesita es un ordenador conectado a Internet con webcam y micrĂłfono e invitados, sin olvidarnos del compañero sentimental, claro. No importa que los asistentes al enlace matrimonial se encuentren al otro lado del mundo, pues a travĂ©s de este servicio podrĂĄn ser testigos de tan especial evento.
La boda podrå prolongarse hasta seis horas, ya que Ikea tiene todos los detalles pensados y el servicio también incluye la celebración posterior a la ceremonia.
AdemĂĄs, los futuros esposos tendrĂĄn la oportunidad de elegir el escenario en el que se localizarĂĄ virtualmente el dĂa mĂĄs feliz de su vida. AsĂ, la ceremonia podrĂĄ celebrarse en espectaculares ubicaciones como la terraza de un rascacielos o un bosque. Por su parte, la fiesta podrĂĄ tener lugar en la playa o, incluso, en un barco. Todo a gusto de los enamorados.
Los mĂĄs escĂ©pticos tienen que saber que esta boda puede llegar a ser perfectamente legal segĂșn la normativa sueca si se reĂșnen las condiciones para que asĂ sea. No obstante, el servicio tambiĂ©n estĂĄ recomendado para aquellas parejas que quieran pasar un rato divertido sin comprometerse para toda la vida.
Ikea con esta acciĂłn de marketing digital vuelve a sorprender al pĂșblico y lo hace de la mano de la agencia de publicidad situada en Estocolmo Akestam Holst, con el director Andreas Ullineus al frente.
Seguro que, despuĂ©s de ver el vĂdeo promocional, mĂĄs de uno se anima a dar el paso, aunque sea solo para averiguar quĂ© se siente al acercarse a un altar y saber que no hay marcha atrĂĄs.