Internacional.-Blackberry tuvo un mal año. Desde el lanzamiento del Blackberry Z10, reportó pérdidas por casi $4.4 billones durante el tercer trimestre del 2013, perdiendo cualquier oportunidad de posicionarse en la carrera de los smartphones, a pesar de haber sido uno de los precursores de esta moda. Sin embargo, el CEO John Chen no quita el dedo del renglón y cree posible salvar este barco que parece a punto de hundirse irremediablemente.
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Para empezar, se habla de una especie de colchón de 3.200 millones de dólares en efectivo que podrían ser utilizados para inversiones a corto plazo con el objetivo de desarrollar tecnologías que vayan a la par de lo que los consumidores esperan. En ese sentido, la empresa tiene un nuevo arreglo con Foxconn, la multinacional taiwanesa experta en producción electrónica. Foxconn, supuestamente, mantendrá bajos los costos de producción mientras que Blackberry se encargará de proveer el software necesario para echar a andar este intento de resucitar la compañía.
En una carta abierta a los consumidores fieles, Chen les dijo que la compañía estaba “muy viva” y cree que la marca todavía está muy viva entre los que se dedican a las grandes empresas, así que la compañía seguirá orientando sus esfuerzos hacia ese terreno de los negocios. Al parecer, Chen considera que una compañía con bases tan fuertes, es difícil de tirarse, y que hay mucho camino por delante.
Lo cierto es que en orden de sobrevivir, Blackberry debe dejar atrás muchas ideas obsoletas como el diseño y funcionamiento de la Blackberry Playbook, el pago por correo electrónico, y estrategias de mercadotecnia que poco conectan con el consumidor. Se trata de hacer algo más que una inversión en producción, se trata también de volver a conquistar al mercado que se ha visto seducido por los iPhones y los sistemas operativos de Android.