El valor de bitcoin cayó un 42 por ciento en lo que va de mayo, un mes tradicionalmente alcista en el precio de la criptomoneda más relevante del mundo.
De los 64 mil dólares a los que arribó a comienzos del quinto mes del año, el precio retrocedió hasta los 37 mil (incluso menos).
Este es un soporte que los especialistas del sector entienden que, si es perforado y la tendencia se confirma, será el comienzo del fin de la temporada alcista que se inició a comienzos de 2020.
El retroceso en el valor de la criptomoneda “estrella” no llegó solo, también cayeron las cotizaciones de la mayoría de las altcoins, como ethereum, ripple o tron, por mencionar algunas de las de mayor valuación de mercado.
También se derrumbaron otros token e incluso las llamadas “shitcoins”, como dogecoin, la criptomoneda nacida de un meme que multiplicó exponencialmente su valor gracias al impulso que le dio Elon Musk, el CEO de Tesla.
¿Qué tiene que ver Musk en esto?
Precisamente Musk ha sido uno de los protagonistas del derrumbe del precio de bitcoin. Sin embargo, no porque haya sido el responsable (su poder no es tan grande, entienden los expertos del sector), sino porque la baja coincidió con declaraciones del magnate respecto del alto costo energético del minado de la criptomoneda más importante.
La corrección del precio se iba a dar tarde o temprano, y Musk fue sólo un detonante, dicen los inversionistas que forman parte del universo de las criptomonedas.
A todo esto hay que sumarle que este martes se conoció una restricción por parte del gobierno chino para que los bancos y los canales de pago en línea de ese país no ofrezcan a los clientes ningún servicio que involucre criptomonedas, como registro, negociación, compensación y liquidación.
Qué va a pasar con el precio de bitcoin
Hay dos teorías. Los pesimistas aseguran que es tiempo de salir del mercado o de “holdear” (retener) por un largo tiempo hasta que vuelva a subir de precio, quizás en uno o dos años.
Es mucho si habías pensado hacer algo con tus ahorros.
Los más agoreros hablan de la llegada del temido “crypto invierno”, con precios “fríos” en los que podrían verse valores del orden de los 10 mil dólares, o tal vez menos.
Del otro lado están los optimistas. Estos otros inversores aseguran que hay muchos datos positivos relacionados con la blockchain y las finanzas descentralizadas que proponen bitcoin y el resto de las criptomonedas.
En la lista de datos alentadores está la gran cantidad de empresas que han empezado a sumar a sus inversiones un amplio abanico de opciones criptográficas.
Incluso hay fondos de inversión que ya han mencionado que en la diversificación de carteras sumaron a bitcoin, por ejemplo.
Estos optimistas dicen que la caída de estas semanas es coyuntural, que se trata de una corrección que servirá para depurar el mercado y para que las denominadas “ballenas” (los grandes compradores) adquieran más bitcoin a precios mucho más bajos.
Después de esto, siempre según los optimistas, el valor debería recobrar impulso hasta más allá de los 64 mil que tocó en abril.
¿Cuál de las dos teorías se cumplirá?
Es muy difícil aventurar esto. Ambos argumentos son igual de contundentes y tienen justificación si se analizan por separado.
Es cierto que se han sumado compañías más que importantes a la adopción de bitcoin (como JP Morgan), pero también es verdad que no ha sido una tendencia generalizada y que, en el caso que lo hicieron, el aporte no fue porcentualmente significativo.
También es cierto que ya hay un enorme mercado detrás de este negocio. Una muestra es la salida a bolsa de Coinbase en abril, uno de los tres exchanges más importantes del mundo por volumen de intercambio mensual. Los otros dos son Binance y Huobi.
Si el mercado cripto fuera una burbuja, como muchos advierten, el impacto podría ser sólo comparable con el de pandemia de covid-19.