La biometría es una herramienta de control y seguridad fundamental en nuestros tiempos. Aunque su uso aún no es muy extendido, poco a poco esta tecnología va ganando terreno en todo el mundo. Gobiernos y empresas privadas comienzan a adoptarla paulatinamente para tener mayores controles de seguridad para con los ciudadanos, clientes y empleados.
Pero, primero que nada, conviene explicar qué es biometría. Cuando hablamos de este término, no nos referimos a los estudios de laboratorio como la biometría hemática, ocular o fetal, como suele confundirse en ocasiones. La biometría es la tecnología que hace uso de los rasgos físicos intrínsecos para la autentificación de cada individuo; el rastreo de dichos rasgos puede incluir el iris, la huella dactilar, rasgos faciales, voz y el ADN.
En palabras más simples, gracias a que nadie en el mundo puede tener dos huellas digitales iguales, o dos iris similares, la biometría aprovecha esta situación para identificar a un individuo del resto de una población. Su aplicación está esencialmente enfocada temas como la seguridad financiera (al servir como candado para evitar que alguien haga operaciones a nombre de otro con documentos falsos o en internet), salud (al ser una herramienta para disponer de un historial médico para cada paciente), controles de acceso (al ayudar a detectar que alguien es realmente quien dice ser, muy utilizado en áreas de recursos humanos), entre otras.
Otro de los usos importantes y quizá de los más interesantes de la biometría es toda la parte que se enfoca a la mercadotecnia. Si antes toda la comunicación que buscaba vender era disparada al aire, hoy con el uso de la biometría cada uno de esos mensajes puede ser un traje hecho a la medida de cada consumidor.
Aunque parezca un escenario de ciencia ficción, el día en que las tiendas (virtuales o físicas) conozcan a la perfección nuestras preferencias para recomendarnos algo que sin duda estaremos dispuestos a llevar a casa, no está lejos.
Para este propósito, los dispositivos móviles pueden ser una de las herramientas principales para lograr un acercamiento más íntimo de las marcas con sus consumidores. Imagine que usted porta su smartwatch mientras se encuentra navegando por internet, mientras desfilan ante sus ojos banners de distintas marcas, el dispositivo podrá detectar puntualmente mediante el pulso de su muñeca, cuáles de estos anuncios le causan alguna emoción y cuáles simplemente le son indiferentes. Así un aparato publicitario hecho especialmente para usted le mostrará en sus múltiples dispositivos, publicidad que realmente le interesa, en algo que se ha denominado “adaptative marketing”.
En México, algunos sectores públicos y privados han adoptado el uso de las tecnologías biométricas paulatinamente. Algunas instituciones bancarias ya la usan para evitar que sus clientes sean blanco de fraudes y la Consar ya dispuso que las afores deberán contar con un registro digital biométrico de sus agentes y de toda su cartera de clientes.
Y es que no es difícil darnos cuenta que los métodos actuales para prevenir fraudes han sido rebasados por la delincuencia. Tan sólo durante la primera mitad de este año, las cifras por reclamaciones por robo de identidad alcanzaron la cifra de 118 millones de pesos, de acuerdo a cifras de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios financieros (Condusef). De hecho, según el FBI, el robo de identidad es el delito de más rápido crecimiento a nivel mundial.
Por todo esto, la banca e instituciones como el Buró de Crédito ya se encuentran tomando cartas en el asunto para implementar la biometría como medida contra los crecientes fraudes.
Si bien en México aún estamos en una etapa inicial en temas de tecnología biométrica, sí existen empresas que han enfocado todos sus esfuerzos a desarrollar e implementar soluciones biométricas para la administración integral de las personas y objetos. La primera de ellas y que se ha mantenido como líder en este país es Biometría Aplicada. Su fundador y director está seguro de que en un futuro no muy lejano la biometría estará en la mayoría de los dispositivos, “tendrás acceso a tu casa, a tu auto, a todos los gadgets de tu propiedad; en el aeropuerto, una cámara reconocerá tu rostro, el sistema conocerá tus datos, te llamará por tu nombre, te guiará a tu asiento en el avión sin mayores trámites y sabrá, sin preguntarte, qué es lo que quieres de beber”.
Un escenario de ciencia ficción que no está tan lejano, gracias a las bondades de la biometría.