Las Águilas de Filadelfia ganaron en febrero su primer trofeo Vince Lombardi, tras dos finales pérdidas en ediciones anteriores; su victoria ante los Patriotas de Nueva Inglaterra.
El equipo de Filadelfia se impuso con marcador 41-33, mismo que no fue obra de la casualidad; Doug Pederson, entrenador del equipo dejó a su ofensiva en el campo e informó al quarterback Nick Foles la jugada que derivó en un primer y diez tras un pase al ala cerrada Zach Ertz.
Siete jugadas más tarde, Foles encontró nuevamente a Ertz, esta vez en la zona de anotación, el cual otorgó el título en el Super Bowl LII.
De acuerdo con un reporte de El Financiero, la decisión de Pederson estaba completamente predeterminada, se trató de un microcosmos de lo que el entrenador en jefe realizó durante toda la temporada 2017; decidió jugar en cuarta oportunidad en 26 ocasiones, segunda mayor cantidad en la NFL; sin embargo, la desesperación no fue el factor que impulsó las llamadas, sino los datos.
Según el medio, durante las últimas dos temporadas, las Águilas contrataron los servicios de EjSports, una firma con sede en Kentucky, que ofrece el suministro de análisis de datos estadísticos que ayudan a los coaches a determinar cuál es la jugada correcta para una situación de juego especifica, basada en un modelo de simulación que han desarrollado.
Este tipo de tecnologías permitió lograr un resultado histórico para el equipo de futbol americano, por lo que, al convertirse en un caso de éxito, puede ser replicado por diversas franquicias de este deporte.
Esta situación demuestra que esta competición es una de las más avanzadas en cuanto al uso de la tecnología en diversos panoramas en los que se involucra un equipo, desde la seguridad, la comunicación y ahora la estrategia.
De tal modo que, Big Data es un nuevo jugador en un deporte que es líder en su modelo de negocio e inspira a ser replicado, lo que abre un área de oportunidad para otros torneos e incluso otras disciplinas alrededor del mundo.