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KFC busca un nuevo posicionamiento, con un target más joven, a través de una comunicación menos tradicional.
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¿Sabías que las señales sexuales podrían llevar a que los consumidores anhelen recompensas pequeñas inmediatas?
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Una de las máximas de la publicidad dicta que el sexo vende, y la prueba más clara de que esto sigue siendo una realidad está en la cantidad de piezas publicitarias que es posible ver en la actualidad. Además, existen estudios que respaldan esta afirmación, por ejemplo, investigadores de la Universidad del Sur de California y la Universidad de Pensilvania indican en un estudio, referido aquí, que todo se debe a que las señales sexuales podrían llevar a que los consumidores anhelen recompensas pequeñas inmediatas antes que recompensas grandes que pueden visualizarse más lejanas, es decir, la promesa del sexo provoca que los consumidores se vuelvan más impacientes. No obstante, no solo basta con trabajar con el erotismo y la sensualidad para que una campaña o una pieza publicitaria sea un éxito, por ello son pocas las campañas que se pueden destacar por esto. Hoy hablaremos de una de ellas en la campaña destacada de esta semana, se trata de Big Box 2019 (Las cosas que hacemos) de KFC y la agencia Ogilvy Miami.
Big Box 2019 (Las cosas que hacemos): El ángulo sexy de no compartir
Con la idea de seguir gestionando su concepto de “no compartir”, en el mercado latinoamericano y del caribe, la marca ideó una nueva forma de trabajar esta propuesta que podría parecer egoísta y negativa para los consumidores. Se trata de un esfuerzo que se vale de una acción más arriesgada (bajo la temática de la sensualidad) y que se alinea muy bien con la nueva personalidad que busca manifestar KFC para conectar con audiencias más jóvenes.
Como se puede apreciar en las ejecuciones, el mensaje consiste en dejar en claro lo que los consumidores pueden llegar a hacer para poder disfrutar de los productos de KFC −como dejar que su novia asista a una clase de pintura donde habrá un modelo desnudo que aparentemente es muy sexy (y tiene otras… cualidades) o permitir que tome clases de baile con un instructor que luce sensual−, particularmente el Big Box (por se llama Big Box 2019) en este caso es el producto que se busca promover en esta campaña. Y es que desde el punto de vista de negocio, tal como lo comenta la agencia, Big Box es un producto que resulta más rentable para la marca si se vende de forma individual, es decir, para que una sola persona lo consuma. Esta idea queda perfectamente disfrazada bajo el argumento de que se trata de un producto que es demasiado bueno para compartir.
Según lo comentan los directores creativos de Ogilvy Miami, la campaña parte del insight creativo de que “un mundo en el que compartir es lo más correcto e incluso deseado, la comida sigue siendo algo muy personal y difícil de compartir.” A todos les puede llegar a doler que les pidan de su comida cuando más la están disfrutando y deben idearse formas de lograr no hacerlo. Y en palabras de Alan Ehrenhaus, Group Business Leader de la agencia, con este esfuerzo logran alinearse bien con el target al que busca llegar la marca.
Lo cierto es que, aunque aún no hay cifras de los resultados de la campaña, Big Box 2019 y la forma en que trabaja esa máxima de la publicidad resulta ser un esfuerzo interesante que permite ver más del nuevo rumbo general al que se dirige KFC.
Las nuevas apuestas de KFC
Es un hecho que en las últimas fechas KFC se ha transformado de forma interesante para aludir al público joven, aparentemente han quedado un poco atrás los días en donde era posible observar al simpático Coronel Sanders como una figura más familiar, el nuevo posicionamiento de la marca busca conectar con esfuerzos publicitarios y de marketing un tanto menos tradicionales y más disruptivos. Como muestra de lo anterior, es posible identificar algunas de las acciones representativas que esta firma de comida rápida ha desarrollado de forma reciente.
- Nueva imagen del Coronel Sanders
Como primera, y posiblemente más notoria, está el hecho de que ahora el Coronel Sanders se ha convertido en una especie de influencer virtual, el cual podría verse más interesante, atractivo y “seductor” para los jóvenes. Desde la cuenta de Instagram de la marca ahora es posible observar distintas publicaciones que muestran al Coronel desarrollando actividades que bien podrían ser publicadas por cualquier otro influencer de esta plataforma y que claramente muestran la intención de la marca por consolidarse con este segmento integrado por millennials, miembros de la Generación Z y X.
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- Participación en Ultra Music Festival
Como segunda a destacar está la aparición del Coronel Sanders como DJ en el un festival de música electrónica en Miami, Florida, conocido como Ultra Music Festival. Si bien se trata de algo nuevo, no se puede decir que el resultado de esta acción haya sido el más positivo. El hecho de que la marca haya comprado un espacio de 5 minutos en el escenario para que un Coronel Sanders DJ pusiera en marcha un set molestó, además de al público, a diversos artistas del sector y fans del género. No obstante, esto también es una muestra interesante de los esfuerzos que ha desarrollado la marca así como la campaña Big Box 2019 y el perfil de influencer.
.@KFC bought Colonel Sanders a slot on the @Ultra main stage, and this happened. ??? | ?: @1001TLtv pic.twitter.com/8qZfUZ7G4K
— Festive Owl (@TheFestiveOwl) 29 de marzo de 2019
- Chickendales
Finalmente, y de forma más reciente y notoria está la campaña que tiene para el día de las madres. Llamada “KFC Chickendales Mother’s Day Performance”, en ella es posible ver a una versión distinta de su embajador (el Coronel Sanders) bailando acompañado de strippers para celebrar la sensualidad y a las madres de todo el mundo. Con ello, y así como ocurre en la campaña Big Box 2019, es posible notar la apuesta por conceptos como el de la sensualidad para hacer presente a la marca ante la audiencia de una forma distinta.