La llegada de los niños a los 12 o 13 años solía significar la entrada en una etapa ‘extraña’, pero ahora significa también la entrada al mundo de los teléfonos móviles, según lo muestra el reciente estudio de Rocket Fuel de diciembre de 2014.
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Cerca del 30 por ciento de padres estadounidenses que tienen al menos un hijo de menos de 18 años, planean comprar teléfonos móviles para sus hijos cuando lleguen a los 12 o 13 años.
Notablemente, un 13 por ciento de los padres aseguró que ha comprado móviles para sus hijos de 10 u 11 años, como una forma de celebrar su entrada a la edad de doble digito, a lo que se suma un 5 por ciento adicional que ha adquirido estos aparatos móviles para sus hijos de 8 y 9 años
Mientras que un 33 por ciento muestra su intención de comprar estos dispositivos para sus hijos, antes de la entrada de estos en la adolescencia, lo que significaría que, nunca es demasiado pronto para permitir que los fabricantes de teléfonos móviles apunten a este target.
Y los pre adolescentes a quienes no les den un móvil antes de los 13 años, no tendrán que esperar demasiado para obtenerlo, pues uno de cada tres padres tiene la intención de regalar a sus hijos de entre 14 y 16 años, un dispositivo de esta categoría.
Las cifras, decaen notablemente después de este rango de edad y apenas un 8 por ciento de los progenitores asegura que no tiene intención de comprar teléfonos móviles a sus hijos.
Los padres aun tienen dudas sobre si es bueno o no que sus hijos posean estos aparatos, pero parece que al final se inclinan por la tendencia positiva, según muestra la investigación de Hart Research Associates realizada para Family Online Safety Institute, en la que entre los padres de niños y jóvenes de 6 a 17 años, un 38 por ciento considera que la posesión de un móvil es más beneficiosa que dañina, en contraste con un 29 por ciento de padres que piensa lo contrario.
