- Biden llama a Xi “dictador” y China responde indignada, socavando los esfuerzos de mejora de la relación.
- Las disputas comerciales y tecnológicas entre Estados Unidos y China perjudican la economía global y generan incertidumbre en los mercados financieros.
- ¿Cómo afecta esta rivalidad a la estabilidad económica y al crecimiento mundial?
En un nuevo episodio de la tensa relación entre Estados Unidos y China, el presidente Joe Biden llamó al líder chino Xi Jinping “dictador”, lo que generó una enérgica respuesta de China.
Estos comentarios amenazan con socavar el esfuerzo que todos estaban haciendo para mejorar la relación bilateral, que se encontraba en un momento de tregua después de la visita de esta semana del secretario de Estado Antony Blinken a Beijing.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de China calificó este miércoles 21 de junio los comentarios de Biden como “extremadamente absurdos e irresponsables”, violando los hechos básicos, los protocolos diplomáticos y la dignidad política de China.
Como reacción, los mercados volvieron a bajar este miércoles luego de un repunte que llevaba algunas semanas, publica Financial Times.
Qué dijo Biden sobre China
La relación entre Estados Unidos y China ha estado plagada de tensiones en los últimos años, lo que generó impacto en la economía global (a todo se sumó la pandemia y la guerra en Ucrania).
Las disputas comerciales, las acusaciones de espionaje, las fricciones en el Mar de China Meridional y las diferencias en cuestiones de derechos humanos y propiedad intelectual han llevado a un deterioro en la relación bilateral. Comenzó con Trump y siguió con Biden.
Estos conflictos han afectado negativamente a la economía global, ya que Estados Unidos y China son las dos mayores potencias económicas del mundo.
Las tensiones comerciales entre ambos países han resultado en la imposición de aranceles y restricciones comerciales, lo que ha afectado a numerosos sectores y empresas en todo el mundo.
Además, las disputas tecnológicas han llevado a restricciones en el intercambio de tecnología y han generado preocupaciones sobre la seguridad cibernética.
La rivalidad entre Estados Unidos y China ha creado incertidumbre y volatilidad en los mercados financieros internacionales.
Los inversores y las empresas lidian a diario con la incertidumbre sobre las políticas comerciales, las restricciones y los cambios en la regulación.
Además, las tensiones entre ambos países afectan la confianza de los consumidores y han generado un clima de incertidumbre que frena inversiones y crecimiento económico.
El conflicto no es un tema menor: la economía global depende en gran medida de una relación estable y cooperativa entre Estados Unidos y China.
Ambos países son importantes motores del crecimiento económico mundial y cualquier perturbación en su relación tiene repercusiones globales.
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