El primer conteo de los votos de la elección presidencial en Estados Unidos ha terminado y estos resultados han dictado a un nuevo presidente para la Unión Americana: Joe Biden.

En una de las contiendas más cerradas de toda la historia de los Estados Unidos, el candidato demócrata se quedó con la victoria, situación que para México pinta tanto nuevas oportunidades como desafíos.

Lo prometido por Biden

En campaña las propuestas de Biden en el terreno económico y de política exterior tiene algunas similitudes con las ejecutadas por Trump durante los últimos cuatro años. 

Sus propuestas están alineadas a reforzar los sectores manufacturero y tecnológico norteamericanos con grandes inversiones de capital en la investigación y el desarrollo de la industria estadounidense, lo cual vendría acompañado de un aumento en el volumen de compra del Gobierno federal de bienes y servicios del país.

Esto supone que lo referente al juego económico-político del país, existan un campo en lo que se refiere al multilateralismo y un enfoque menos centrado en grandes acuerdos internacionales.

Es importante mencionar que todo esto vendrá empujado por un fuerte enfoque en políticas y actividades comerciales que mejoren la relación de la industria con el medio ambiente.

Si bien el ahora ganador virtual de Estados Unido no ha desestimando la importancia de los acuerdos comerciales internacionales, si busca que estos beneficien la manufactura y materias primas de aquel país con lo que México podría dejar de ser el principal socio comercial de Estados Unidos.

Lo que se gana y se pierde

Con esto de contexto y con Trump fuera de la Casa Blanca, México podría estar ganando una relación bilateral con mayor institucionalidad y certidumbre, debido al manejo político que hasta ahora ha mostrado Biden.

Los arrebatos que caracterizaron a Trump durante los últimos años, en donde con un solo tweet podría mover los mercados en contra de la economía mexicana, podrían haber quedado atrás, lo que da mayor tranquilidad ante un clima de mayor diplomacia.

Lo cierto es que esta ventaja podría no ser sólo para México. Las tensiones con China podrían flexibilizarse y esto supondría que México tendría un competidor importante en cuanto a mano de obra y material primas. 

A decir de Enoch Castellanos, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) “la ventaja que se tenía y que nos había llevado al primer lugar como socio comercial de EU con los países del mundo, siendo su principal proveedor, esto con el componente de las restricciones que se impusieron EU y China, podría flexibilizarse y perder brillo para atraer inversiones”. 

este sería un duro golpe si consideramos que hasta agosto, en cifras acumuladas, el intercambio comercial entre Estados Unidos y México fue de 337.5 mil millones de dólares, según la Oficina del Censo e Estados Unidos.

El juego del medio ambiente

Por otro lado, con un enfoque claro en mejorar la relación del comercio y demás actividades comerciales con el medio ambiente, México podría tener que redefinir muchas políticas comerciales.

A decir de Mario Jorge Yáñez, socio de la firma Hogan Lovells, “México tendría que ser muy inocente si no se estuviera preparando ya para un resultado favorable de Biden, seguramente ellos van a favorecer el uso de energías limpias, mientras que el Gobierno de López Obrador está apostando por el uso y explotación de combustibles fósiles, lo que en el mediano plazo podría traer problemas por incumplimiento con los compromisos del T-MEC”.

En este punto, retomado el acuerdo del T-MEC, la política laboral podría resultar favorecedora parea México si consideramos el foco que Biden pondría para adoptar condiciones favorables para los empleados mexicanos que, efe alguna manera, están inmersos en este acuerdo.

Con un gobierno demócrata se espera que se ponga más atención a que México no viene el capítulo 23 del T-MEC; incluso se espera que esto se articule con una de la spropuestas del equipo de Biden en materia fiscal en donde se propone una multa en dicho terreno para aquellas empresas que subcontraten en otras partes del mundo.

Por todo lo anterior, y en resumen, lo que México gana con el triunfo de Biden es una mayor certidumbre en materia comercial, en donde se esperan , por ejemplo, menos amenazas arancelarias, y más aún, una salida del T-MEC.

No obstante, es importante mencionar que el triunfo del demócrata presionará la política energética y las características laborales del mercado mexicano, en donde podrían leerse nuevas tensiones, distintas a las que ya se vivieron con Trump.