Confiarse en el mercado es un error que no pueden permitirse las marcas, sobre todo en un momento en que la comunicación se ha dinamizado con la ayuda de las redes sociales.
Las redes sociales son plataformas que detonan una serie de reacciones debido a los contenidos a la mano de los usuarios que encuentran en estos canales, una forma de generar historias a través de herramientas multimedia.
Esto queda comprobado cuando vemos lo que ocurrió con Bershka México y su estrategia creativa al mostrar vitrinas con paredes en escombros.
Su idea se salió de control cuando generó críticas en redes sociales, luego de que en la Ciudad de México y estados como Morelos, Estado de México y Puebla se registró un sismo de 7.1 grados en la escala de Richter, por lo que era sentido común saber que si se mantiene una vitrina con ese diseño, dentro de un contexto inadecuado, se generaría reacciones negativas por parte del mercado. Sin embargo, el sentido común es el menos común de los sentidos, por lo que la conversación social no esperó:
Oye @Bershka retira de #México tus displays; son de mal gusto en estos momentos. #SismoCDMX #Sismo #CDMX #MexicoEarthquake #MéxicoEstáDePie pic.twitter.com/vkM2pgrnzw
— Abi Xinia (@abixinia) 25 de septiembre de 2017
Tras la acción, la marca respondió y aseguró que quitará las vitrinas:
Hola Pamela, te informamos que ya se están retirando los escaparates de nuestras tiendas de forma inmediata.
— Bershka_ES (@Bershka_ES) 26 de septiembre de 2017
Al principio mencionábamos que las marcas no pueden permitirse el confiarse de más en el mercado donde operan con exitosas estrategias comerciales.
Bershka, por ejemplo, es la cuarta marca con más número de ventas dentro del mercado de moda en México, esto de acuerdo con cifras de Euromonitor.
Su dominio en el mercado, como el de cualquier marca que tenga esta categoría, las obliga a mantener mayor control en las acciones de marketing que ejecutan y el diseño no es un tema menor. De hecho, la codificación gráfica es un elemento definitivo que marca la pauta entre las marcas que logran comunicarse con el consumidor y las que fracasan.
Un ejemplo de una vitrina usada de manera correcta lo llevó a cabo El Palacio de Hierro, una de las cadenas departamentales líderes en México, al colocar a un par de maniquíes como pareja de novios en su sección de bodas y el resultado desbordó las reacciones en redes sociales.
RT @soy_baron: Nos encanta la apuesta inclusiva de @palaciohierro ✨ #loveislove. pic.twitter.com/k7pDJEM4wI
— El Palacio de Hierro (@palaciohierro) 10 de febrero de 2017