Hace apenas algunos meses atrás, los cantantes Belinda y Christian Nodal acapararon la atención en medios de comunicación y redes sociales luego de que se diera a conocer que la pareja habría formalizado su compromiso.

En aquel momento, y lejos de la controversial relación amorosa, una marca saltó a la vista. Y es que luego de que se compartieran las imágenes del compromiso, muchos usuarios comenzaron a preguntarse la marca del anillo, duda que fue resuelta horas después gracias a una publicación en Instagram.

Gracias al mencionado post, se dio a conocer que el ahora famoso anillo de compromiso es una joya con un diamante en corte esmeralda de 12 quilates que fue adquirido en Los Ángeles, específicamente en Angel City Jewelres.

Esta firma decidió intentar sacar provecho del revuelo que su joya habría causado tras el anuncio del compromiso y desde su cuenta de Instagram decidió lanzar una publicación en el que además de felicitar a los involucrados, indicó que el costo del anillo era cercano a los 3 millones de dólares (cerca de 60 millones de pesos).

Una nueva sortija, una nueva marca ganadora 

Luego de este acontecimiento, ahora la pareja vuelve a estar en la mira luego de que cientos de usuarios comenzaran a especular sobre el matrimonio entre ambas celebridades y, aunque esto no ha podido conformarse, lo cierto es que ahora una marca más se ha visto beneficiada por este hecho.

En horas recientes, desde la cuenta de Instagram de la agencia de talentos Prensa Danna, se compartió una historia en la que se muestra a Belinda celebrando el aniversario con esta empresa que la representa.

Reaparece Belinda en redes sociales y además de lucir el costoso anillo de compromiso, luce un arillo que se especula es de matrimonio, esto reaviva la noticia de que ya se casó con Nodal pic.twitter.com/glmT1UjQ8U

— Everardo López (@ensimismado) September 7, 2021

Lo cierto es que lo realmente llamó la atención de medios y usuarios en general fue la aparición de una nueva argolla en el dedo anular de la cantante, el cual se especula, es la muestra de que Belinda ya habría contraído matrimonio con Nodal.

Desde redes sociales, muchos usuarios y medios de comunicación se han dado a la tarea de tratar de descubrir el misterio y aunque ciertamente no lo han logrado, lo cierto es que ahora mismo una marca se ha metido en la conversación.

Y es que en medio de las expectativas que esto genera, los usuarios parecen haber identificado la marca y el modelo el supuesto anillo de matrimonio, mismo que pertenece a la marca Cartier y se oferta al público por más de 55 mil pesos.

Clientes de valor

Más allá de tratar de descifrar la historia de amor entre Belinda y Nodal, lo que este caso ejemplifica es la necesidad de las marcas de no solo tener una base robusta de clientes; sino conseguir que estos en realidad sean de valor.

De manera no intencionada, Belinda se ha convertido en una embajadora para Cartier por el simple hecho de utilizar uno de sus anillos, lo que de manera natural ha puesto a la marca en el ojo de cientos de personas.

Aunque uno de los básicos del marketing (y de cualquier negocio) podría ser captar a la mayor cantidad de clientes, lo cierto es que esta premisa podría no ser del todo correcta, más en tiempos en los que ganar rentabilidad es la norma.

Y es que las marcas deben si pensar en construir bases de clientes cada vez más robustas, pero a la vez que estén conformadas por consumidores de valor para el negocio. 

Ante un mercado cada vez más competitivo y caracterizado por clientes poco fieles, bases grandes de clientes podrían no ser la clave del éxito en el futuro.

Recordemos que, como lo indican los hallazgos de una reciente investigación realizada por Accenture, sólo el 28 por ciento de los consumidores afirma ser leal a una marca, mientras que el 39 por ciento de los mismos indica que con frecuencia prefiere probar nuevas opciones en el mercado, según números de IBM.

El tema gana relevancia en contextos económicos complejos y poco estables como los que caracterizan a la mayoría de los mercados alrededor del mundo. En tiempos como los actuales, las empresas exigirán a sus equipos estratégicos resultados e índices de rentabilidad mucho más inmediatos y contundentes, tarea dentro de la cual construir bases de clientes de valor es pieza clave.