Para las marcas, uno de los temas prioritarios en años recientes ha sido demostrar al consumidor su compromiso con la responsabilidad y en este juego el pago de impuestos juega un rol que, aunque poco visible, es importante. En México, desde hace algunos meses, algunas marcas han tratado de ponerse al corriente en esta materia, y la última en sumarse ha sido BBVA.
Luego que durante las conferencias matutinas dirigidas por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador se revelara una lista de grandes empresas que tenían adeudos por el incumplimiento de pagos de impuestos de años anteriores, muchas optaron por negociar y llegar a un acuerdo.
Un pago de más de 3 mil millones de pesos
La última en adoptar esta tendencia es BBVA, institución bancaria que, según informó en un comunicado, ha llegado a un acuerdo con el Servicio de Administración Tributaria (SAT), para que con el pago de 3 mil 2000 millones queden finalizados los procedimientos que había iniciado, relativos a diversos temas para el pago de impuesto sobre la renta.
De esta manera, en el documento dado a conocer se indica que “los recursos pagados se refieren a cantidades complementarias a las obligaciones correspondientes a los ejercicios fiscales de 2006 a 2008 y de 2012 a 2015”.
Tal como la propia marca lo indica, “con este acuerdo terminarán las diferencias de criterio en materia del Impuesto Sobre la Renta y se agiliza la recaudación de recursos tributarios por el SAT, justo en momentos en que en el país requiere recursos fiscales por la difícil situación económica por la que atraviesa”.
Una lista larga
Con este acuerdo, BBVA es la última gran compañía en alinearse a la agresiva campaña del gobierno federal por recaudar impuestos.
Una de las prioridades de la administración actual es el mejorar la recaudación fiscal, en especial sobre las empresas de mayor tamaño, incluso han expuesto algunos casos de manera pública.
Si este movimiento se lee desde la óptica de marketing, lo cierto es que las marcas evidenciadas no quedaron bien paradas por lo que muchas de las mismas decidieron cumplir con sus responsabilidades fiscales.
Entre las firmas más destacadas por renombre son Grupo FEMSA que anunció un pago de impuestos por 8 mil 790 millones de pesos, y las minera Fresnillo, que en su caso fue un pagó al SAT por unos 4 mil 500 millones de pesos.
A estas se sumó Walmart de México que cumplió con el pago de los 8 mil 079 millones de pesos que adeudaba al fisco, en relación con la venta de El Portón y Vips al grupo Alsea. De igual forma, la compañía aclaró que con esta operación saldaba los adeudos por la venta de Vips, en 2014.
Por otra parte, también se reveló que IBM de México igualmente firmó este mismo acuerdo hace unos días. En el caso de la tecnológica estadounidense, fue por un pago de 669 millones de pesos, con el cual regularizó su adeudo con el SAT.
De cara al consumidor
La recaudación y pago de impuestos es una acción relacionada de manera directa con la responsabilidad social; las cargas impositivas tiene como fin procurar un bienestar para las sociedades en donde las marcas operan.
En esta línea, evadir el pago de impuestos o buscar reducir las cargas impositivas a través de este tipo de movimientos, es una práctica que va en contra de la responsabilidad social que las marcas hoy utilizan como bandera para conectar con sus audiencias.
De esta manera, la responsabilidad social debe abordarse desde lo más básico hasta lo más complejo de las aristas que conforman el negocio de las empresas, en donde el cumplimiento de las obligaciones fiscales de manera clara y sin trucos tendría que ser el primer paso.
Para la nación el aporte no es menor si consideramos las estimaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) indicaban que México es uno de los países con menor recaudación de ingresos por la vía de impuestos, con sólo 16.2 por ciento como porcentaje del PIB. El porcentaje es menor al promedio de Latinoamérica, que se ubica en 22.8 por ciento, así como de la OCDE con 34.2 por ciento.