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Una bebida del color de la piel de un barista de Starbucks se convirtió en el último caso de peticiones extremas a empleados de la cadena.
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Personalizar productos como una bebida de Starbucks se ha vuelto relevante en retail para generar relevancia ante los consumidores.
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Las historias de baristas de Starbucks se viralizan en redes, narrando sus anécdotas laborales o revelando secretos de la empresa.
Un extraño pedido llegó a Ángel Reyes, barista de Starbucks, quien ha relatado cómo un comensal de la cadena pidió una cafetería del mismo color de su piel.
Dentro del video explicó, a manera de humor, cómo un hombre blanco le hizo la extraña solicitud en Starbucks, misma que causó también sorpresa en su gerente, quien atestiguó la sorprendente petición de bebida.
Tras revelar el hecho, la historia se convirtió en un referente que al día de hoy no podemos perder de vista, por el potencial que hay en estas historias, que se han convertido en importantes casos del reto que existe en retail, cuando las marcas toman la decisión de personalizar sus productos y lograr con ello, una supuesta oferta diferencial para destacar ante la competencia, solo que en muchas ocasiones esta decisión se desproporciona.
@angellrreyes man when i tell you this took me by surprise!!!? #starbucks #barista ♬ Beep – Andrew?
El incidente es sin lugar a dudas caso a estudiar y no solo eso, determinado a entender por qué se ha vuelto tan relevante ante el consumidor la atención personalizada, que al llegar a extremos obliga a pautas que al día de hoy no decepcionan cuando las marcas regulan esta oferta diferencial.
A extraños pedidos, cláusulas extremas
Los extraños pedidos en fast food retail se han convertido en casos virales, que muestran el extremo al que llegan los consumidores, cuando no tienen límites en las peticiones que llevan a cabo en puntos de venta como Starbucks y sus baristas.
Esta genialidad ha llevado a que muchos consumidores detonen tendencias de cómo elaborar bebidas con cualquier cantidad de ingredientes, que terminan convirtiéndose en productos virales por la mezcla que logran.
Veamos un flamante caso relacionado con cláusulas extremas a las que llegan restaurantes como Pujol. Un incidente que se hizo viral y demostró los lineamientos que se siguen en el restaurante explotó cuando el responsable de este concepto, Enrique Olvera, publicó una columna donde criticó a comensales que acuden a su restaurante y piden acompañar sus platillos con limón y chile, mismos que dijo en su texto, “con sus inconcebibles peticiones (los clientes) lograban desatar la furia de la mayoría de los cocineros, chefs y sous chefs, incluyéndome”.
La sensible relación marca-consumidor
La relación que se da entre marcas y consumidores es una de las más complejas, pero prácticas de construir, siempre y cuando se tengan principios clave sobre los cuales determinar qué se vale para el consumidor y qué no.
Un gran ejemplo de cómo marcas saben imponer reglas muy claras a los consumidores es Disney. La empresa permite la inclusión en sus establecimientos como sus parques, todos son bienvenidos a ellos, sin embargo, lo que está claramente prohibido es acudir a estos lugares con disfraces alusivos a historias de la compañía o tocar físicamente a los actores que personifican a personalidades de sus famosas películas o series.
Ante ello es importante ver cómo las marcas se interesan por resolver situaciones de forma práctica, de lo contrario no se logra innovar en la atención que logran dar a sus consumidores.
Para poder construir resultados, es importante definir la intención de una marca y por qué está limitando las peticiones de los consumidores.
Starbucks ha llegado a limitar las peticiones de bebidas con todo tipo de mezclas, por el agotamiento de sus empleados al tener que atender dichas solicitudes, en medio del ajetreo diario que se vive en cafeterías de este tipo. Todo tiene solución, siempre que se tenga claro por qué se están tomando determinadas decisiones.
