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El MWC se iba a celebrar del 24 al 26 de febrero, antes que el coronavirus forzara su cancelación
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Se esperaba que compañías como Amazon, LG y ZTE se presentaran al evento de Barcelona
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Desde que empezó a celebrarse en 2006, el congreso ha generado cuatro mil 800 millones de euros a la ciudad
Las afectaciones por el coronavirus en la economía internacional son dolorosamente claras para empresas de cualquier industria. Alibaba anunció hace unos días que el brote en China ya estaba afectando severamente sus resultados financieros en todas sus unidades de negocio con ventas físicas. Por su parte, Nissan tuvo que suspender temporalmente su producción en Japón, pues no está recibiendo partes clave que requiere para sus labores de ensamblaje.
Sin embargo, los efectos del brote se extienden más allá de la región asiática. De acuerdo con The Guardian, constructoras británicas y aerolíneas del Medio Oriente están recortando horas de trabajo para miles de trabajadores. NPR señala que pequeños negocios de origen chino en Estados Unidos (EEUU) sufren una baja en número de clientes, por la paranoia general. Como lo pone Fortune: En la lucha de la economía contra el coronavirus, el patógeno va ganando.
Pero hasta el momento, muchas de las medidas de negocios y marcas para detener el brote del coronavirus han sido, por así decirlo, menores. En China, se suspenden las operaciones físicas, se reducen horas de trabajo o se establecen esquemas de home office. En el resto del mundo, varias compañías limitaron sus viajes a la región asiática. Pero la primera gran muestra de las terribles afectaciones del brote están en el Mobile World Congress (MWC) de Barcelona.
El costo del coronavirus a la economía local
No se trata de una simple exageración. Hace solo unas horas que se anunció la cancelación oficial del evento en Barcelona y ya se han empezado a calcular los costos económicos de esta decisión. En un comunicado, el centro universitario Ostelea estimó que el coronavirus le iba a costar más de 13 mil empleos a la ciudad española. Estas plazas, la mayoría temporales, incluyen traductores, azafatas, e incluso prácticas entre universidades y compañías asistentes.
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Pero no son las únicas cosas que el coronavirus la habría quitado a Barcelona. Se esperaba que el evento fuera a tener una derrama económica de unos 473 millones de euros. También habrá un fuerte impacto en el sector de hotelería y hospitalidad. Comúnmente, el MWC crece en hasta 813 por ciento el número de reservas de cuartos de las principales compañías de la ciudad. Además dejarían de gastarse alrededor de 100 millones en restaurantes, pubs y bares.
Los otros rostros del coronavirus
Junto con el MWC, ya otras compañías y empresas se han visto forzadas a detener parcial o totalmente sus operaciones. Varios grupos de marketing y agencias con presencia en China han tenido que limitar notablemente sus actividades para proteger a sus empleados. Uber, en México, decidió suspender su servicio a varios conductores y pasajeros que podrían haber estado en contacto con el coronavirus. KFC y Pizza Hut también han cambiado sus negocios.
Es fácil perderse en el coronavirus y considerarlo únicamente como una emergencia de salud. Debido a que la mayor parte de las afectaciones han estado en China, también es normal que la conciencia pública crea que solo las marcas en ese país están sufriendo. Pero en la medida que la economía es cada vez más globalizada, también se puede esperar que este tipo de eventos y urgencias sanitarias traspasen fronteras. Y es algo que no se puede dejar de lado.
Todas las personas y empresas tienen que empezar a pensar qué tan cercana es su relación con China y qué tanto dependen sus operaciones de la situación en el país asiático. No solo como parte de un buen análisis de negocio. Como no parece que la crisis del coronavirus se vaya a resolver pronto, es conveniente que todas las compañías en esta posición se empiecen a preparar para lo peor. Aún si eso significa entrar en un modo de emergencia y protección.