El Banco de México (Banxico) subió su tasa de interés en 50 puntos base, quedando en 4.75 por ciento, luego de diversos factores que han mantenido en desventaja al peso mexicano frente al dólar.
Esta nueva condición causa expectación, ya que se trata del mayor nivel desde junio de 2009, cuando la economía mundial se encontraba en crisis económica.
La actividad va encaminada a contrarrestar las presiones inflacionarias y mantener ancladas las expectativas de inflación; sin embargo, se espera un repunte gradual en la inflación general anual, que cerraría el 2016 por encima del 3 por ciento, cuando el objetivo de Banxico es de 3 por ciento +/- un punto porcentual.
Al subir las tasas de interés y reducir el gasto la economía se contrae, es decir, los consumidores gastan menos y los inversionistas invierten menos. Además, con un peso más fuerte las exportaciones mexicanas se encarecen por lo que son menos atractivas para el exterior.
En resumen, los consumidores y las empresas deben tener precaución en lo que se refiere a créditos de tasa variable, obtener créditos será más caro por lo que habrá menos inversiones y la reducción en el gasto impactará en la economía, que tendrá un crecimiento menor al esperado. Una de las áreas en las que impacta directamente es el marketing.
Esto significa, en términos comunes, que es más caro pedir un préstamo, por ejemplo; además, los presupuestos de mercadotecnia en dólares se limitan, es decir, impacta directamente en presupuestos de campañas al cambiarlos a pesos mexicanos, por lo que se puede decir que alcanza para menos acciones publicitarias.
Cabe mencionar que en lo que va de septiembre, el peso se depreció 2.8 por ciento.
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