En el lejano 2010 nadie se imaginaría que las monedas virtuales y en especial el Bitcoin serían una tendencia que estarían fuera de toda explicación, con rangos de precios sumamente volátiles, pero que esa misma especulación los volvería atractivos.

Al tercer trimestre de aquel año, se el tamaño del Bitcoin era de apenas un megabyte de acuerdo con datos de Blockchain; con el paso de los años esta cantidad crecería de forma estratosférica. En el mismo periodo de referencia de 2011 se elevaría a 449 megas, mientras que para el tercer cuarto de 2015 subiría a 45 mil 418 megas, en tanto, para el tercer trimestre de 2017 se colocaría en 134 mil 715.9 megabytes.

La creciente tendencia en la compra de criptomonedas derivó en que múltiples institutos financieros, digitales y terrenales voltearan a ver el comportamiento de este dinero a fin de participar, entender e incluso prevenir una posible o eventual burbuja financiera.

Desde 2010 Bank of America inició con el proceso de registro de patentes ante la Oficina Estadounidense de Patentes y Marcas Registradas relacionadas con las criptomonedas; en aquel tiempo se realizaron 10 cédulas dentro de las cuales se incluían un “Sistema de Conversión en Tiempo Real”; un “Sistema de Transacciones y Pagos en Criptodivisas”, dos sistemas de almacenamiento de monedas virtuales, uno en línea y otro fuera de línea, un “Sistema de Alerta de Usuario de Criptomonedas Sospechosos” entre otros.

Debido al incremento en la demanda que propicia, a su vez, que las monedas virtuales, en especial el Bitcoin, suban su valor; el segundo banco más importante de Estados Unidos obtuvo la licencia de la oficina de patentes norteamericana para abrir una casa de cambio de criptomonedas para sus clientes corporativos.[

caption id=”attachment_363216″ align=”alignnone” width=”1200″] Número de usuarios de billeteras Blockchain en todo el mundo desde el 1er trimestre de 2014 hasta el 3er trimestre de 2017[/caption]

Según diversos reportes de prensa, el sistema está diseñado para poder convertir una moneda digital en otro tipo de criptomoneda disponible en el mercado, el cual será automatizado, por lo cual la tasa de cambio entre dos divisas se calculará con base en factores externos.

Este sistema estará dividido en tres partes; la cuenta del cliente y dos cuentas gestionadas por empresas que utilicen el sistema. La cuenta personal servirá para almacenar la criptomoneda de elección en una cartera virtual privada. A su vez, las otras dos cuentas funcionarán como un espacio de almacenamiento de la moneda virtual que el cliente quiera vender; esto por un lado, por el otro, contendrá el importe equivalente de la criptomoneda en la que el cliente está convirtiendo sus fondos.

Asimismo, la casa de cambio implementará un mecanismo para detectar potenciales transacciones ilegales de forma automática, por lo que los intercambios que parezcan ilegales no serán permitidos.