Durante semanas pasada, una constante en las salas de prensa virtuales y las cuentas oficiales en redes sociales de diferentes bancos fue la publicación de comunicados en los que los indicaban que debido a la crisis sanitaria que vive el país, estas instituciones ofrecerían prórrogas en el pago de los créditos de sus clientes al tiempo que ofrecerían una serie de apoyos para permitirles afrontar la contingencia.

Si bien esta medida fue bien recibida por las audiencias, lo cierto es que existen algunas letras pequeñas que quizá el grueso de los usuarios omitieron y que ahora la Comisión Nacional para la Retención y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros (Conduserf) aclara con puntos y comas.

No es una obligación, el banco puede negarse

De esta manera, el organismo apuntó que las medidas para aplazar los pagos de créditos por parte de los clientes no es una obligación por parte del banco, con lo que las instituciones financieras deberán analizar caso por caso y determinar que usuarios son sujetos a este beneficio y quienes no.

“Las medidas de apoyo que los bancos podrán aplicar son de manera discrecional, esto es, no es obligatorio para los bancos aceptar todas las solicitudes que les hagan los usuarios”, dijo.

De esta manera, para poder acceder a un apoyo de aplazamiento de pagos, los clientes interesados deberían de comunicarse con su banco para conocer los requisitos que se solicitan para ser candidato al apoyo, entre los que destacan, que la cuenta esté en cartera vigente al 28 de febrero de 2020; acreditar que el usuario se ha visto afectado directamente como consecuencia de la pandemia y que el crédito tenga una vigencia de vida, es decir, que ya se hayan pagado algunas mensualidades, generalmente más de la mitad del plazo originalmente establecido.

El organismo indicó que “en lo general, lo que harán los bancos es renovar o reestructurar los créditos con un plazo de gracia de 4 meses, con posibilidades de extenderlos por 2 meses más, siempre y cuando este proceso se realice dentro de los 120 días naturales siguientes al 28 de febrero de 2020; esto es a partir del saldo insoluto que se tenía en febrero”.

¿Momento de demostrar el compromiso de la marca?

Lo dicho por la Condusef desliga de cualquier responsabilidad a los bancos de llevar a cabo estas medidas con todos los clientes que poseen un crédito.

En este sentido, es posible que en días siguientes comencemos a encontrar en redes sociales quejas al respecto, en donde los programas inicialmente anunciados por los bancos podrían ser tachados como una mera estrategia de mercadotecnia y comunicación ante la contingencia.

Lo que en este caso estaría en duda sería el compromiso real de la marca con la sociedad. El consumidor no escatimará en criticas que pongan en tela de juicio este valor.

Este fenómeno no es nuevo para las maras; sin embargo, en plena emergencia sanitaria la evaluación de la responsabilidad social que la marcas son capaces de demostrar y no sólo de comunicar se pone especialmente a prueba, incluso con argumentos que no siempre son lógicos o que no consideran la posición de negocio de las marcas.

Todo se reduce a la responsabilidad que el consumidor a dado a las marcas. De hecho, según el informe El ciudadano y la RSE, realizado por la Fundación Adecco, refiere que un 96 por ciento de los participantes cree que las empresas tienen la misma responsabilidad que el gobierno, cuando se trata de enfrentar los retos del entorno como el desempleo, desigualdad social, sostenibilidad medioambiental, corrupción, equidad de género y ruptura de estereotipos.