- Credito Emiliano, un banco regional italiano, acepta ruedas de queso Parmigiano-Reggiano como garantía para otorgar préstamos a productores locales; otros bancos tienen estrategias similares.
- Los créditos tienen un plazo de hasta 24 meses, coincidiendo con el tiempo necesario para que el queso alcance su madurez óptima.
- Los productores pueden recibir hasta el 80% del valor de su producto según los precios del mercado.
En la región de Emilia Romagna, Italia, una de las áreas más reconocidas por su producción de queso parmesano, el banco regional Credito Emiliano implementa desde hace años una modalidad única para garantizar préstamos: acepta ruedas de queso Parmigiano-Reggiano como colateral.
Esta práctica, que puede parecer insólita, parece que es efectiva en una región donde la producción de queso es tanto un pilar económico como una tradición centenaria.
Credito Emiliano, conocido localmente como Credem, ofrece préstamos de hasta 24 meses a productores de queso, un plazo que coincide con el tiempo necesario para que el Parmigiano-Reggiano alcance su madurez óptima.
Estos créditos permiten a los queseros recibir hasta el 80% del valor de su producto, según los precios del mercado al momento del acuerdo.
Dado que cada rueda de queso, que pesa alrededor de 36 kilos, tiene un valor aproximado de 300 euros, el banco otorga a los productores una liquidez inmediata sin que estos pierdan la propiedad de su mercancía hasta el momento de su venta.
Según la Asociación de Productores de Parmigiano-Reggiano, el uso del queso como garantía crediticia se remonta a la Edad Media. El Parmigiano-Reggiano, elaborado con 550 litros de leche por cada rueda, requiere un largo período de añejamiento, lo que convierte la financiación en una necesidad para los productores que deben esperar años antes de poder comercializar su producto.
Los bancos y las garantías raras para los créditos
El queso Parmigiano-Reggiano tiene una importancia tal en esta región que cada pieza es marcada con un número de serie para garantizar su rastreo en caso de robo.
Este sistema de identificación resultó vital en febrero de 2017, cuando ladrones robaron 570 ruedas de queso de un almacén antes de ser detenidos por la policía.
Credito Emiliano está considerando aceptar otros productos regionales, como el jamón prosciutto y el aceite de oliva, como garantías para sus créditos.
Cuando un productor no puede cumplir con sus obligaciones crediticias, el banco vende el queso que tiene en garantía y devuelve la diferencia al productor.
Esta práctica no solo garantiza el retorno de la inversión para el banco, sino que también ofrece a los productores una seguridad extra en un mercado que puede ser volátil.
El valor del parmesano
Nikolaos Trichakis, profesor de la Universidad de Harvard, analizó este modelo financiero en una investigación de 2015 de la casa de estudios y en su informe dice que es beneficioso para ambas partes: los productores obtienen el capital necesario para continuar sus operaciones, mientras que el banco asegura un producto que aumenta su valor con el tiempo. La investigación completa.
Desde hace años, el banco invierte en instalaciones de almacenamiento de última tecnología para mantener el queso en condiciones óptimas durante su proceso de maduración.
Otras garantías inusuales en el mundo bancario
El uso de productos no tradicionales como garantía de crédito no es exclusivo de Italia. En algunas partes del mundo, los bancos han aceptado colaterales poco convencionales para respaldar préstamos:
- Vodka en Rusia: En algunas regiones, los bancos aceptan vodka de alta calidad como garantía para créditos comerciales, dado su valor constante en el mercado local.
- Café en Brasil: Productores de café han utilizado su cosecha como colateral, un acuerdo que beneficia tanto a los agricultores como a los bancos, al asegurar un producto de alta demanda internacional.
- Ganado en Kenia: En áreas rurales de Kenia, el ganado es aceptado como garantía para pequeños préstamos, proporcionando a los agricultores acceso al crédito en economías dependientes de la agricultura.
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