Una de las noticias que conmocionó al mercado mexicano durante el año pasado, fue el cierre de Banco Famsa.
Durante junio pasado, se hizo oficial que la institución de ahorro y bancaria cerrará sus puertas debido a que iniciará el proceso de liquidación.
Así lo dio a conocer el Banco de México (Banxico) y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) en consecuencia a que las autoridades financieras decidieran la revocación de su licencia como institución de banca múltiple por gestiones inapropiadas.
En ese sentido, detallaron que detectaron que la banca había realizado operaciones y créditos por encima de los límites regulatorios, entre otras acciones que pusieron en riesgo los intereses de los ahorradores y estabilidad financiera.
“Después de un proceso ordenado, coordinado y transparente de revisión por parte de las autoridades financieras, el día de hoy la Junta de Gobierno de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) notificó a Banco Ahorro Famsa, la revocación de su licencia, debido a una gestión de riesgos inapropiada, operaciones y créditos otorgados a personas relacionadas del grupo por encima de los límites regulatorios, registros indebidos en dichas operaciones, e incumplimiento recurrente a diversas disposiciones normativas”, indicaron los organismos en un comunicado.
En busca de una estructura más simple
Con esto en mente, Famsa buscó reducir su operación, para tener una estructura más ágil que le permitiera salir del estado de bancarrota en el que se declaró en meses pasados.
Esta decisión llegó en un momento complejo para toda la economía, mismo que para el sector retail se ha traducido en cierres, despidos y ventas a la baja derivadas del confinamiento.
En el caso particular de Femsa, a decir de su reporte financiero correspondiente al segundo trimestre del año, las ventas consolidadas cayeron 88 por ciento anual, al pasar de 5 mil 51 millones de pesos a 602 millones.
En cuanto a su Ebitda (beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones) se ubicó en mil 324 millones de pesos, cifra que aunque es importante, no es comparable porque se vio beneficiada contablemente de un efecto extraordinario de cobro de ingresos a Banco Famsa por servicios prestados.
En lo que se refiere a la utilidad neta, esta registró una pérdida por 761 millones de pesos contra una ganancia de 14 millones para el mismo periodo del año anterior.
BanCoppel se queda con el negocio
Ante estas cifras, gana relevancia el anunció hecho este lunes, en el que se dio a conocer que BanCoppel compró la cartera de banca empresarial que pertenecía a BAnco Famsa, luego de resultar ganador en la licitación del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB).
Con esto, BanCoppel ha ganado un nuevo perfil de de clientes que van desde PyMes, empresas medianas y otras con gran potencial de crecimiento.
Julio Carranza, director general de BanCoppel, aseguró “nuestro principal interés es brindar confianza y seguridad a nuestros clientes. Con 13 años en el mercado mexicano, somos una institución sólida e innovadora, que se esfuerza todos los días por brindar atención personalizada y mantener una relación cercana con cada uno de nuestros usuarios, con la intención de conocer sus inquietudes y apoyarlos en sus necesidades”.
En términos puntuales, BanCoppel consiguió incrementar en 2 mil 700 millones de pesos su cartera empresarial, para alcanzar un monto de 10 mil 800 millones de pesos al cierre de 2020.
En este punto, es importante mencionar que de acuerdo con los Indicadores Básicos de Créditos Personales elaborado por el Banco de México, BanCoppel, Banco Azteca y Banco Famsa que concentraron 87.5 por ciento del total préstamos aprobados para el consumo entre marzo de 2018 y febrero de 2019, mismos que atienden a la población ubicada en la base de la estructura social.