Buenos Aires, Argentina.- La mega manifestación #NiUnaMenos nació en Buenos Aires y generó repercusiones mundiales. Por eso (y muchas razones más) no es una buena idea para una marca banalizar protestas femeninas en la Argentina.
Cuando el consumo caer como lo ha hecho en la Argentina en los últimos meses y las ventas de los comercios de indumentaria estás estancadas, la competencia en los puntos de venta por atraer a los clientes se acelera.
Las estrategias son variadas: desde ofertas y planes con tarjeta de crédito, hasta atractivas decoraciones de vidrieras. La idea es “cazar” posibles compradores.
Sin embargo, a veces (o siempre) es necesario que alguien “modere” las ideas de los vidrieristas. Alguien con criterio debe decir, “esto sí, esto no”, porque si no, sucede lo que pasa con esta marca de ropa.
Se trata de la empresa Portsaid, que decoró la vidriera (escaparate) de su punto de venta en la ciudad de La Plata con una idea poco feliz: maniquíes portando pancartas como en una manifestación de mujeres (de las que por estos días abundan en todo el mundo), pero en lugar de reclamos sociales o sexuales, piden ofertas. “Fight for your ganga” (“Lucha por tu ganga”), “Sale Power” (“Poder del descuento”), “Quiero todo”, dicen los carteles.
“Una publicidad chocante que implica una ridiculización y banalización de las movilizaciones y exigencias legítimas de las mujeres contra la violencia machista, el derecho al aborto legal, seguro y gratuito y por terminar con el flagelo de los femicidios”, publica La Izquierda Diario en el artículo de Claudia Añazco San Martín. Y agrega que la empresa Mazalosa “no ha tomado nota de las multitudinarias marchas contra la violencia hacia las mujeres y los femicidios que se han realizado en diversos países de América Latina y cuyo grito emblemático #NiUnaMenos, nació aquí, en Argentina”.
Polémica
Los mensajes deben ser muy cuidadosos en este tipo de casos. Uno cuyo contenido despertó adhesiones al comienzo, pero luego fuertes críticas fue el de Yoplait, en el que un grupo de mujeres canta y baila en una taberna. Hablan de sus esposos, su trabajo, los hijos, pilates y el gimnasio. Mira y juzga.